Dentro de la medicina, la educación nunca se termina. Esto es porque constantemente nuevos avances cambian por completo los estándares de atención. Por esta razón, el entrenamiento es una necesidad persistente en cualquier centro de salud de calidad. Aunque existen ciertos requisitos para tener una buena capacitación, es algo que tarde o temprano se debe realizar.
Aunque puede ser difícil implementar un proceso de entrenamiento, es más complejo saber si funciona. De hecho, muchas organizaciones dentro y fuera del sector salud no saben cómo hacer esta evaluación. Un grupo de investigadores de la Universidad Rice y la Universidad de Illinois han afrontado este problema. ¿Su resultado? Una conveniente lista de puntos a cubrir.
Evaluación del entrenamiento, ¿una ciencia poco conocida?
Los descubrimientos fueron publicados en el International Journal of Training and Development. Esta lista no solo se encarga de evaluar los procesos de entrenamiento. También supervisa el desarrollo y la implementación de los programas de capacitación. Eduardo Salas y Ashley Hughes, coautores del estudio afirman que esta herramienta es una guía práctica.
[Transferir conocimientos y habilidades para un mejor desempeño] es vital para todas las industrias. Pero entre las organizaciones del sector salud, la importancia del entrenamiento es mucho mayor. Hay una ciencia en la capacitación. Pero, sorpresivamente, muchas organizaciones no la conocen o la ignoran. Esta lista es un intento por convertir la disciplina en una herramienta.
Este instrumento de evaluación esta dividido en tres secciones. Las preguntas, de si o no, deben realizarse antes, durante y después del entrenamiento. El análisis objetivo de las respuestas pretende eliminar capacitaciones innecesarias. Asimismo, busca que el personal esté más involucrado con las sesiones que permanezcan. Como resultado, se prevé un cambio organizacional más rápido y efectivo.
Para la primera sección, se busca identificar si la capacitación cumple con las necesidades de la organización. Por su parte, la segunda sección evalúa el contenido del entrenamiento, incluido el nivel de interacción observado en los colaboradores. Finalmente, la última sección analiza si las personas aprendieron los conceptos correctamente y si se ha comprendido el valor de la sesión.