Para poder destacar dentro de la competida profesión del médico no es suficiente con ofrecer un servicio de calidad sino que también influyen otros aspectos para aumentar tu número de pacientes. Mientras que muchos profesionales de la salud descuidan su aspecto, en realidad se trata de un aspecto que puede marcar diferencia y hacerte crecer.
En ese sentido, es claro que dentro del consultorio debes de mostrar una vestimenta limpia y pulcra con respecto a tu profesión. Una bata blanca bien abotonada debe ser la manera correcta de recibir a todos tus pacientes.
El poder de la vestimenta es más grande de lo que te imaginas, pero no es suficiente con la ropa que llevas puesta en el consultorio sino que desde tu hogar puedes mostrar un estilo que imponga respeto.
En primera instancia, lo ideal es olvidarte de los tenis y acostumbrarte a usar zapatos. Tal vez no sea más cómodo pero ten por seguro que ayuda para causar una buen impresión.
También es recomendable que optes por una vestimenta formal aunque sin llegar a los extremos porque los pacientes podrían malinterpretarlo y percibirte como una persona con opulencia y delirios de grandeza de tu parte. Un pantalón y una camisa de vestir son la combinación ideal para portar en tu llegada a la clínica u hospital.
Recuerda que cada detalle dentro de tu área de trabajo, por más pequeño que parezca, es importante para darte a conocer entre tus pacientes y lograr que cada vez más personas deseen acudir contigo.