Los bebés prematuros son cada vez más comunes en la práctica médica. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año nacen alrededor de 15 millones. Esta cifra representa entre el cinco y el 18 por ciento de los partos en el planeta. Además, la institución asegura que este número aumenta progresivamente año con año. Lo más preocupante es que hasta un millón de estos infantes fallecen antes de los cinco años anualmente.
Este fenómeno se debe, en parte, a enfermedades que pueden prevenirse. Entre ellas, se cuentan las infecciones intestinales ocasionadas por un sistema inmune debilitado. Un equipo de científicos de la Universidad de Copenhague cree haber hallado una solución. Con un transplante fecal a los bebés prematuros, se podría reducir la incidencia y mortalidad de estas condiciones.
Una operación para el balance intestinal de bebés prematuros
Per Torp Sanglid, coautor del estudio, señaló que el transplante podría ayudar al tratamiento de la Enterocolitis necrotizante (ECN). Los bebés prematuros recibirían muestras de un donante sano. Las bacterias transferidas podrían ayudar a colonizar el organismo del infante. Así se puede disminuir el efecto negativo de otros patógenos, así como reducir la sensibilidad del paciente.
De acuerdo con Sanglid, experimentaron en 130 cerdos bebés prematuros. Se eligió este animal porque su tracto intestinal asemeja al humano. Además, corren el riesgo de desarrollar una infección similar a la ECN. Las causas de dicha enfermedad son desconocidas. Sin embargo, se realizaron los transplantes fecales porque se sabe que la microbiota juega un papel importante en su incidencia.
[En nuestro experimento] pudimos proteger los intestinos de los cerdos bebés prematuros. Lo logramos al transplantar heces de un donador sano. La transferencia se realizó a través del recto. A consecuencia, la composición bacteriana intestinal de los especímenes mejoró mucho. En el grupo que recibió el procedimiento, se redujo la incidencia de ECN en hasta 75 por ciento.
Los investigadores confían que sus descubrimientos aplicarán también en bebés prematuros humanos. De ser así, se podría reducir el número de muertes en la población infantil. Incluso, podría reducirse el uso excesivo de antibióticos en hospitales pediátricos. Los resultados del experimento fueron publicados en el Multidiciplinary Journal of Microbial Ecology.