El cáncer es uno de los retos más importantes del sector salud internacional. En 2018, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estimó que provocará casi 10 millones de muertes. En México, la enfermedad es la tercera causa de muerte. Por su complejidad, encontrar terapias efectivas es algo muy difícil de lograr. Sin embargo, un tipo de azúcar podría ser muy útil.
De acuerdo con un estudio publicado en la revista Nature, la manosa impediría a los tumores crecer. Kevin Ryan, autor líder del hallazgo, apuntó que ésta azúcar bloquea el consumo de glucosa de las células enfermas. De acuerdo con el experto del Instituto Beatson de Investigación del Cáncer de Reino Unido, de esta forma los tejidos malignos no pueden reproducirse tan rápido.
Los tumores necesitan mucha glucosa para crecer. Limitar sus suministros debería retrasar la progresión del cáncer. El problema es que los tejidos sanos también necesitan de esta azúcar para funcionar. En nuestro estudio, encontramos que una dosis de manosa bloquea suficiente glucosa para ralentizar el crecimiento tumoral en ratones. Al mismo tiempo, las células sanas no sufrieron muchas alteraciones.
Una azúcar especial para complementar terapias tradicionales
Para el estudio, los investigadores usaron ratones con cáncer en páncreas, pulmones y piel. A un grupo de prueba, se les administró manosa como tratamiento oral. La azúcar redujo de forma significativa el crecimiento de los tumores. Además, no se observaron efectos secundarios de importancia. Incluso, se observó que la quimioterapia tenía mejores resultados.
A los animales se les administró cisplatina y doxorubicina, dos de los fármacos más comunes en quimioterapia. Con la azúcar como suplemento, el tratamiento también pudo reducir el tamaño de los tumores. Incluso, se pudo aumentar la expectativa de vida de los animales. Sin embargo, la manosa no parece ser efectiva en todos los tipos de cáncer. Leucemia, osteosarcoma y neoplasias de ovario e intestino no presentaron cambios considerables.
Ryan afirma que el siguiente paso será identificar por qué la azúcar funciona solo en ciertos casos. También se pretende comenzar pruebas clínicas en humanos lo antes posible. Así, podrán observar si la manosa es un complemento válido para terapias contra el cáncer.