Uno de los grandes problemas en el planeta es la contaminación ambiental. Más allá de sus implicaciones ecológicas, es un significativo reto de salud. No solo provoca enfermedades respiratorias y cardiovasculares. También podría ser la causa de condiciones neurodegenerativas. Pero un grupo de investigadores propone una elegante solución: filtros de aire portátiles.
Este método se describe en una publicación en la revista JAMA Internal Medicine. Robert Brook, coautor del estudio, comenta que los filtros que propone su equipo no son caros. Más importante todavía, pueden mejorar de forma importante la salud de los pacientes. Al eliminar partículas del ambiente, incrementa la calidad de aire en el ambiente. Por consiguiente, se reduce el efecto negativo de la contaminación en el bienestar cardiovascular.
Filtros portátiles, una protección en espacios cerrados
Brook, investigador de la Universidad de Michigan, apunta que se quiso abordar el problema en espacios cerrados. Afirmó que la mayoría de la gente pasa el 90 por ciento de su tiempo dentro de casas u oficinas. Así, diseñaron filtros de aire que pudieran limpiar las partículas contaminantes del ambiente. Después, realizaron un experimento para medir su efecto en la salud.
Se reunieron a 40 participantes mayores de edad. A un grupo, se les dio filtros falsos. Un segundo equipo recibió aparatos que purificaban el aire a una baja efectividad. Finalmente, al tercero se les proporcionó dispositivos de alto desempeño. Durante los tres días de prueba, los pacientes podían realizar sus actividades normales. De acuerdo con Brook, una reducción del 40 por ciento de partículas contaminantes se relacionó con una disminución de 3.4 mm Hg en la presión arterial.
Los beneficios fueron todavía más marcados en los individuos obesos. En ellos, la disminución fue de seis a 10 mm Hg en presión arterial. [Sin embargo], es prematuro recomendar a los pacientes la compra de filtros para interiores para prevenir enfermedades cardiovasculares. [De cualquier forma, los resultados] respaldan que la calidad de aire puede proteger la salud pública.
A futuro, el equipo de investigación quiere analizar si los filtros tienen los mismos beneficios en otros segmentos de la población. Igualmente, se pretende analizar qué tanto tiempo se conservan los beneficios a la salud cardiovascular. En el mejor de los casos, esperan que su dispositivo pueda reducir el número de eventos adversos entre pacientes con problemas de circulación o del corazón.