Tras dos semanas desde que se informó la séptima muerte de pacientes pediátricos en el Centro Wanaque de Enfermería y Rehabilitación, tres más se han unido a la lista de víctimas que han sucumbido al brote viral que asola Nueva Jersey. A estos jóvenes los acompañan otros 28 niños que, aunque todavía con vida, se encuentran en observación por las autoridades médicas.
A raíz de las muertes ocasionadas por el brote viral, padres de los jóvenes que fallecieron en el Centro Wanaque han empezado a clamar por el cierre de las instalaciones. En una entrevista con North Jersey Record, padres de una de las primeras víctimas del adenovirus, que ya acumula su sexta semana sin solución, afirman que no quieren ver a otro niño enfermarse o morir.
Es negligencia porque no han tomado plena responsabilidad por lo que pasó en el Centro [con respecto al brote viral que mató a nuestra hija. Los administradores] están satisfechos con solamente hacer dinero, sin molestarse en cuidar de la gente enferma. Para que seamos felices, esas instalaciones deben cerrarse.
De acuerdo con los padres, desde antes de la aparición del brote viral ya habían detectado algunas malas prácticas en el trato que el Centro daba a su hija. En alguna ocasión detectaron que, en lugar de cambiársele el pañal, se le había puesto uno encima solo para disimular la suciedad. Igualmente, la bebé tenía un historial de enfermedades respiratorias.
NBC también reportó que el Centro Wanaque ya había recibido citatorios y amonestaciones de autoridades federales por higiene pobre al lavarse las manos y malos sistemas para el control de infecciones. Si bien el hospital pediátrico ya no aceptaba nuevos pacientes desde finales de octubre, ha implementado todavía más medidas de precaución, como el aislamiento de los jóvenes afectados por el brote viral y el uso de más equipo de protección para el personal.