En mayo pasado, una encuesta realizada en América Latina por Brain y Win Gallup International reveló que México es el país donde existe mayor violencia y acoso sexual en toda la región. Solamente en 2017, la Procuraduría General de Justicia (PGJ) de la capital registró 208 casos, aunque se puede esperar que el número de agresiones es mucho mayor.
El problema del acoso sexual es importante en salud, no solo por las consecuencias emocionales y físicas que tienen las víctimas, sino porque la industria no está libre de dichas agresiones. Sin embargo, se pueden reducir estos lamentables casos dentro del sector siguiendo cinco pasos:
Realizar análisis cuantitativos y cualitativos del problema
Es necesario que las organizaciones de salud reconozcan el reto del acoso sexual. Si se establecen mecanismos para recabar información de forma anónima, constante y estructurada, se pueden establecer estrategias contundentes para empezar a eliminar estos incidentes.
Mejorar las políticas de acoso sexual
No solo se debe poner de manifiesto en los códigos de conducta de cada institución de salud que se reprueban terminantemente estos eventos. También se necesitan procurar sistemas de denuncia y apoyo que den soporte a las víctimas y contemplen amonestaciones severas a los agresores.
Realizar un seguimiento a las denuncias
Los departamentos de Recursos Humanos (RH) de cada institución de salud necesita tener mecanismos que permitan seguir los procesos de denuncia hasta sus últimas consecuencias. No se puede tener un sistema donde las víctimas teman hablar porque saben que, al final, no habrá repercusiones contra quienes realizan el acoso sexual.
Poner un costo financiero al acoso sexual
Es desafortunadamente muy común que, dentro y fuera del sector salud, no se tomen medidas sino hasta que se tienen cálculos monetarios de sus beneficios a la organización. Para abordar esta problemática, los departamentos de Finanzas y RH deben trabajar de la mano para presentar ante las juntas directivas los riesgos económicos y reputacionales de no atender estos retos.
Establecer un liderazgo equitativo
Hay un mayor índice de acoso sexual en las organizaciones donde los roles de administración y gestión están ocupados principalmente por hombres. Una parte fundamental de las iniciativas para reducir estos incidentes es empoderar a las colaboradoras, no solamente en puestos de decisión, sino también en paridad de sueldos y capacidad de decisión.