Como en cualquier industria, un laboratorio (clínico o de investigación) en México puede recibir a inspectores de alguna agencia especializada que revisen si las instalaciones están cumpliendo con los manuales de buenas prácticas y reglamentos de requisitos operativos.
Si tienes un laboratorio, este tipo de revisiones pueden causar cierto nivel de estrés. Sin embargo, con los preparativos adecuados, estas situaciones no tienen por qué ser algo más que una operación rutinaria que, a largo plazo, mejore los servicios que se brindan a los pacientes.
Conoce las regulaciones aplicables a tu laboratorio
La NOM-166-SSA1-1997 es la normativa oficial mexicana que regula sobre la organización y funcionamiento de este tipo de locales en el país. Es conveniente que se revise puntualmente todo el documento para confirmar que las instalaciones están siguiendo al pie de la letra los requisitos.
Concéntrate en los puntos destacados de revisiones pasadas
Especialmente si la inspección la va a revisar una agencia que en ocasiones anteriores ya ha visitado el laboratorio, es fundamental corroborar que se hayan cumplido las recomendaciones de las visitas anteriores. Muy probablemente estos aspectos sean los que se analicen con mayor detenimiento.
Mantente actualizado
Si tienes personal o equipo nuevo, o si la regulación ha cambiado recientemente, es importante que tomes en cuenta que se sigan las reglas aplicables. Si tu laboratorio y su entorno no son estáticos, tampoco deberían serlo las medidas que tomas para que todo esté en orden.
Ten un plan de revisión periódico
Si esperas hasta que recibas el anuncio de la inspección para asegurarte que todo está en orden, probablemente dejarás pasar elementos cruciales. Es mejor que organices un sistema donde cada pocos meses, una sección del laboratorio se someta a revisión interna para facilitar el proceso.
Realiza auditorías propias significativas
Muchas veces, la mejor forma de asegurar que todo está bien es realizando autoevaluaciones. Sin embargo, no sirven de nada si son diseñadas o llevadas a cabo solo para tener la mente tranquila o sacarse de encima alguna política de la organización. Asegúrate que si tu laboratorio tiene un programa de inspección interno, sea tan estricto como lo serían las agencias externas.