Al momento de tener que atender a un paciente dentro del consultorio existen muchas situaciones que se pueden presentar, por lo cual debes de estar preparado para enfrentarlas y ofrecer una atención adecuada que no ponga en riesgo su integridad y además muestre tu lado profesional junto al humano.
Al respecto, es claro que algo que puede ocurrir por la naturaleza de la profesión es que los paciente lloren a lo largo de la consulta, en especial cuando el diagnóstico no sea del todo favorable o muestre el riesgo ante una enfermedad. En este tipo de situaciones debes de actuar con discreción para evitar que se complique la atención.
Humaniza tu servicio
Lo primero es no emitir la noticia desfavorable de inmediato sino esperar y preparar el escenario para que el paciente no reciba de lleno la información. Intentar hablar acerca de la vida del paciente, sus familiares y motivaciones que pueda tener para luchar por su vida son aspectos que puedes intentar para preparar el camino.
De igual forma, de la misma manera en que siempre se habla de la importancia de fomentar la empatía médica, es precisamente en este tipo de casos donde mejor puedes demostrar la humanización en tu servicio.
Finalmente, recuerda que el llanto sirve para desahogar al cuerpo, por lo cual es totalmente natural que el paciente lo haga durante la consulta y en ningún momento intentes reprimirlo o regañarlo sino que debes comprenderlo y ofrecerle tu apoyo no sólo como su médico sino como un compañero en el que puede confiar.