La mercadotecnia es una disciplina indispensable para la operación, no solo de tu consultorio, sino de cualquier negocio dentro y fuera de la industria de la salud. Si quieres entender por qué el uso de estas herramientas es una necesidad para el bienestar de tus operaciones, te recomendamos revisar nuestro artículo dedicado a su importancia dentro del sector médico.
Así pues, en esta ocasión no estaremos analizando a detalle qué es la mercadotecnia y cual es su importancia, sino una de sus subdisciplinas más controversiales e interesantes: el neuromarketing. Esta especialidad surgió de una pregunta muy específica: ¿Por qué, si en algunos estudios se ha demostrado que no hay mucha diferencia en la preferencia con respecto a la Pepsi en cuestión de sabor, hay un dominio comercial tan grande de la Coca Cola a escala global?
El neuromarketing pretende examinar cómo la mercadotecnia y la publicidad afecta las respuestas cerebrales de los consumidores, usando estos conocimientos para incrementar aún más los efectos de la estrategia comercial. Es una técnica sumamente compleja, que tiene grandes costos económicos que generalmente solo pueden ser cubiertos por grandes compañías cuando se trata de crear estrategias altamente personalizadas a un público específico.
Sin embargo, hay algunos principios del neuromarketing que están al alcance de prácticamente cualquier consultorio y que son ampliamente utilizados y conocidos en varias áreas de la mercadotecnia:
+Enfocarse siempre en el paciente, no en el consultorio, al transmitir un mensaje.
+Ir directamente al punto, para no aburrir al público o perderse en un mar de contenido.
+Utilizar apoyos visuales, porque el mensaje funciona mejor cuando muestra en lugar de narrar.
+Las partes más fuertes de un anuncio son su entrada y su final.
+La emoción, más que la razón, es la que domina el proceso de decisión.
Es necesario aclarar que, así como hay muchos quienes defienden al neuromarketing como una subdisciplina válida de la mercadotecnia, un grupo igual de numeroso la considera un engaño, así como una exageración de otros conceptos probados y previamente existentes. Incluso, hay algunos que han denunciado su uso como poco ético o inútil en un contexto real.
Y tú, ¿qué opinas del neuromarketing?