Uno de los grandes inventos de la humanidad en los últimos años ha sido el plástico. Permite la creación, fácil y barata, de una infinidad de productos y herramientas, es un componente esencial para el funcionamiento moderno de muchas industrias y, desafortunadamente, podría haberse filtrado a lo más profundo de la cadena alimenticia y contaminado a los seres humanos.
Durante la conferencia de la organización Gastroenterología Europea Unida (UEG), investigadores de la Universidad Médica de Viena y de la Agencia de Medio Ambiente de Austria presentaron los resultados de un ambicioso proyecto internacional, que contó con personas de todo el mundo. El mayor descubrimiento fue que se encontraron restos de hasta nueve tipos de plástico distintos en las muestras fecales de todos los participantes.
Philipp Schwabl, líder de la investigación, señaló que en promedio se hallaron 20 micropartículas (de entre 50 y 500 micrómetros) por cada 10 gramos de heces. Los participantes eran originarios de Finlandia, Austria, Holanda, Italia, Japón, Polonia, Reino Unido y Rusia y consumían regularmente alimentos y bebidas contenidos en empaques o botellas de plástico.
Es el primer estudio de este tipo y confirma lo que sospechamos desde hace mucho tiempo, que el plástico finalmente llega al intestino humano […]. Ahora que tenemos la primera evidencia de microplásticos dentro de las personas, necesitamos más investigación para comprender exactamente qué significado tiene este fenómeno en la salud.
Los responsables de la investigación incluso han teorizado que el plástico podría ya estar presente en el organismo de hasta el 50 por ciento de la población mundial. Se teme que estas micropartículas puedan tener un efecto nocivo particularmente en pacientes con enfermedades gastrointestinales, aunque se teme que también puedan entrar al torrente sanguíneo, contaminar el sistema linfático y llegar incluso al hígado.
A pesar de sus resultados, los investigadores aseguran que su muestra de participantes es todavía demasiado pequeña (ocho personas) como para sacar conclusiones determinantes. Señalaron que, aun cuando ya se han encontrado muestras de plástico en animales marinos, la contaminación observada en su estudio podría haber ocurrido durante el procesamiento o empaquetado de los alimentos, no necesariamente de la comida misma.