Si los recursos humanos del consultorio son la columna vertebral de la organización, entonces tu proceso de reclutamiento no debería ser algo sin importancia. Asegurar que, desde el momento mismo que entran, tus colaboradores sean el mejor talento disponible para tu consultorio es fundamental para la salud financiera y el éxito del negocio a largo plazo.
Conseguir un buen esquema de reclutamiento es una tarea compleja, que probablemente te llevará años lograr. Esto, porque como cada negocio y consultorio es distinto (y además se va transformando con el tiempo), no hay fórmula mágica que se pueda compartir y que funcione a la perfección en todos los casos. Sin embargo, sí hay ciertas recomendaciones de buenas prácticas:
Estandariza el proceso de reclutamiento
Si a cada uno de los aspirantes se le realiza exactamente el mismo número y tipo de preguntas, en el mismo orden, se facilita significativamente la tarea de selección. Es importante que tú y tus colaboradores aprendan a tener un sentido de organización en este sistema, de forma que se pueda realizar una elección de talento lo más objetiva y beneficiosa posible.
Integra a todas las áreas involucradas
Si una nueva plaza afectará el trabajo de varios departamentos o actividades dentro de tu consultorio, es fundamental que haya representantes y líderes de cada uno en el proceso de reclutamiento. Particularmente, es necesario que cada parte coopere en el diseño de las preguntas que se realizarán a los aspirantes, de forma que los intereses de todos estén cubiertos.
Decidan (en conjunto) las respuestas que buscan
No tiene caso que, durante una entrevista, se le realicen preguntas sin que haya un claridad acerca de qué es lo que les gustaría escuchar a cada área interesada. El proceso de reclutamiento será mucho más sencillo y efectivo si todas las partes acuerdan qué ideas debería tener el talento perfecto, así como las expresiones que definitivamente no embonan con tu consultorio.
Limita claramente qué cosas pueden salir a conversación
Ya sea porque se trata de comentarios espontáneos o por un intento consciente de parte tuya o de tus colaboradores para averiguar, algunos temas pueden llegar a salirse del guión de preguntas preestablecido. Sin embargo, no todas las cosas de la vida personal y profesional del aspirante pueden (o deben) ser de interés para tu consultorio. Define de antemano cuáles aplican y cuáles no.