A pesar de que el cáncer ha estado presente en la humanidad desde hace miles de años, ha sido durante las últimas décadas cuando se incrementado de forma exponencial su incidencia, lo que se traduce en que en la actualidad produce más de 8 millones de muertes al año a nivel global, siendo lo más preocupante que se prevé que la cifra continúe en aumento.
En ese sentido, uno de los problemas es que un paciente con ciertos tipos de cáncer corre el riesgo de desarrollar un tipo terminal que puede terminar con su vida en poco tiempo, ante lo cual, investigadores del Hospital Mount Sinai (MSH) identificaron una proteína que puede funcionar para determinar cuando una paciente con cáncer de mama presente una alta probabilidad de desarrollar cáncer letal metastásico.
En este caso, el equipo encargado de la investigación determinó que cuando las células del tumor original de una paciente con cáncer de mama hacen metástasis en la médula ósea y existe la presencia de la proteína NR2F1, todas las pacientes fallecen al poco tiempo.
A su vez, las pacientes con una alta concentración de la proteína NR2F1 en las células cancerosas de la médula ósea no suelen desarrollar con frecuencia este tipo de cáncer metastásico de alta mortalidad.
Por lo anterior, los científicos determinaron que la ausencia de esta proteína en las células cancerosas que se han diseminado a la médula ósea de una paciente puede indicar de manera confiable si la paciente recaerá pronto y tiene el riesgo de desarrollar un cáncer terminal.