A pesar de que la separación total del Reino Unido y la Unión Europea (Brexit) se completará hasta el 30 de marzo de 2019, desde que se dieron a conocer los resultados de la elección popular en 2016 se han observado una serie de comportamientos anormales en distintos ámbitos, entre ellos el campo farmacéutico, los cuales muestran lo peligroso de la decisión tomada y que podrían agudizarse a lo largo de los próximos meses.
En ese sentido, el Brexit ha provocado un impacto negativo en la realización de ensayos clínicos dentro del territorio británico porque mientras entre 2009 y 2016 se realizaron, en promedio, 800 ensayos clínicos por año, durante el 2017 la cifra ni siquiera llegó a 600, lo que representa un descenso de más del 25 por ciento.
Los motivos
Al respecto, entre los factores que han propiciado este fenómeno se menciona que la futura regulación de medicamentos por el Brexit es la principal causante porque ha provocado que las empresas farmacéuticas duden sobre si es conveniente realizar o no sus estudios en el Reino Unido.
Por su parte, la industria farmacéutica se podría ver todavía más afectada a partir de la entrada en vigor del Brexit porque limitaría la investigación y el acceso a los medicamentos, ante lo cual se ha solicitado la firma de un acuerdo especial que garantice la continuidad regulatoria y una colaboración mutua entre el Reino Unido y el resto de las naciones que conforman la Unión Europea.
Finalmente, algunas estimaciones señalan que el Brexit le costará a las compañías farmacéuticas hasta 115 millones de euros (aproximadamente 2 mil 500 millones de pesos) por todos los gastos que se provocarán.