Dentro de los múltiples riesgos que implica el ser médico, uno de los más grandes es sufrir de desgaste laboral debido a las extensas jornadas de trabajo sin descanso, lo cual ha llevado a considerar que la mitad de los galenos del mundo sufren del Síndrome de Burnout, el cual es tan peligroso que en muchos casos puede llegar a provocar el suicidio.
Al respecto, si bien previamente se ha mostrado que los médicos agotados tienen mayores probabilidades de cometer errores al momento de atender a sus pacientes, no es el único impacto negativo que provocan porque también tienen una fuerte influencia en la parte emocional de los profesionales de la salud e inclusive se manifiesta desde la etapa formativa.
Como muestra, la publicación European Journal of Investigation in Health, Psychology and Education (EJIHPE) realizó el estudio titulado Burnout y engagement en estudiantes de Ciencias de la Salud, en el que se analizó el impacto emocional que sufren los estudiantes de Medicina con Síndrome de Burnout.
La novedad del trabajo es que se mostró que quienes sufren de este problema, no sólo están más agotados al momento de realizar actividades sino que tienden a desarrollar indiferencia hacia sus compañeros y cualquier asunto relacionado con sus estudios.
De esta forma, al incrementarse su despreocupación, también suelen ser los estudiantes con peores calificaciones y una menor empatía médica los que desarrollan este síndrome.
Finalmente, los autores del estudio afirmaron que es muy importante que se realicen más trabajos de este tipo para conocer los diversos daños provocados por el Síndrome de Burnout, uno de los mayores peligros a la salud al que están expuestos todos los médicos.