Dentro del panorama internacional, la situación de Venezuela es una de las más lamentables en la actualidad porque debido a la constante crisis económica que vive la nación, se estima que al menos la mitad de los médicos y enfermeras han tenido que migrar para buscar mejores oportunidades de trabajo y una mayor calidad de vida, lo cual resulta alarmante porque no sólo se afecta al gremio sino a los pacientes que requieren atención.
Lo anterior tiene como base un reporte de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), en el que se afirma que entre 2012 y 2017 se han contabilizado 22 mil médicos venezolanos, la mayoría de hospitales públicos, que han abandonado su país y principalmente se han trasladado a naciones vecinas como Chile, Argentina, Perú y Ecuador, además de que también se contabilizan 6 mil 600 laboratoristas y 6 mil 30 enfermeras que forman parte del éxodo.
Lo anterior ha derivado en la mayor crisis de salud del continente porque cada vez son más frecuentes las quejas en torno a que los hospitales no cuentan con insumos ni material de curación mínimo para brindar atención, lo que ha provocado la molestia de los médicos que radican en Venezuela y quienes han iniciado propuestas para solicitar una solución a la terrible situación.
Algunas estadísticas muestran que la crisis de la salud en el sector público ha provocado una escasez de medicinas en farmacias del 85 por ciento y del 88 por ciento en hospitales; en cambio, el aumento estratosférico de precios en el sector privado ha provocado que las consultas sean inaccesibles para la mayoría de la población.