Los dolores crónicos, de acuerdo con el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán (INCMNSZ), afectan a entre 10 y 55 por ciento de la población global. Si bien puede aparecer en cualquier segmento de la población por enfermedades o accidentes, son particularmente comunes entre los adultos mayores; llevando muchas veces a la depresión.
Este vínculo entre depresión y dolor crónico en adultos mayores podría solucionarse utilizando redes sociales. Un estudio, publicado en The Journals of Gerontology y realizado en conjunto por académicos de Estados Unidos y Singapur, apunta que plataformas como Facebook y Twitter reducen el riesgo de desarrollar este trastorno emocional entre la población con 67 años o más.
Shannon Aang, miembro del Departamento de Sociología de la Universidad de Michigan y coautor del estudio, explicó en una entrevista con Reuters que esta investigación es la primera de su tipo en analizar si las redes sociales pueden reducir el estrés emocional, causante de depresión, que provocan los dolores crónicos y el aislamiento social consecuente.
Usar redes sociales para mantener contacto con los miembros de la familia y con los amigos es una buena forma en la que los adultos mayores compensan su incapacidad para participar en actividades sociales por culpa de dolores crónicos. Jamás va a reemplazar el poder ver a la gente en persona, pero puede ayudar a complementar su menor interacción con el entorno. Para nosotros, el estudio se trata de conservar la salud mental [y prevenir la depresión].
De acuerdo con los investigadores, las personas en su vejez tienen ya un alto riesgo de desarrollar depresión por culpa de los dolores crónicos. Pero en su estudio, que analizó la información de tres mil 401 individuos mayores de 67 años, apuntó que el riesgo de desarrollar este trastorno emocional es 150 por ciento más alta en la población que no utiliza redes sociales.
Aang apunta que este descubrimiento podría motivar la creación de programas sociales que enseñen a los adultos mayores a usar computadoras y navegar en redes sociales. Señaló, sin embargo, que debe investigarse más para identificarse concretamente qué plataformas son las más efectivas, cuánto tiempo deberían usarse y con qué periodicidad para combatir la depresión.