Año con año, en estimaciones de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de los Estados Unidos de América (EUA), se registran entre siete y ocho mil casos de mordeduras de serpiente en toda la nación norteamericana. Por esta alta tasa de incidencia, es importante para el país asegurar un buen suministro de antiveneno de calidad.
De acuerdo con un comunicado de Notimex, la Administración de Alimentos y Drogas de EUA (FDA, por sus siglas en inglés) aprobó la venta y distribución de Anavip. Este antiveneno, de origen mexicano, es efectivo para tratar las mordeduras de serpiente de la familia Crotalus, entre las cuales se encuentra el espécimen de cascabel. La solución farmacológica tendría una mayor demanda en los estados de la frontera sur, específicamente California, Utah, Arizona y Texas.
Jaime López de Silanes, presidente de Laboratorios Silanes, aseguró que el proceso para generar su antiveneno fue diseñado por el Instituto Bioclon. Presumió que este procedimiento tecnológico pone a la empresa en la cabeza del mercado internacional gracias al enfoque en la investigación, innovación y desarrollo de nuevas soluciones terapéuticas benéficas para el paciente.
El antiveneno en cuestión permite una protección ante los efectos adversos del veneno en el paciente. La aplicación de este fármaco le da a las personas la posibilidad de evitar la baja producción de plaquetas, reducir el tiempo del sangrado y prevenir las anomalías en la coagulación de la sangre características de las mordeduras de serpiente.
López de Salines apunta que el antiveneno está constituido de anticuerpos monoclonales producidos a partir de la inmunización de caballos. Después que el animal produce esta sustancia, se le extrae el plasma de la sangre y se purifica. Esta misma técnica sirvió para producir otra solución farmacéutica, especializada en piquetes de alacrán, aprobada por la FDA en 2011.