La integridad y la honradez son características que todo buen médico debe poseer y que los pacientes agradecen de sobremanera.
Por eso, de acuerdo con el Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos de Médicos de España, te presentamos 9 cualidades de honradez, integridad y franqueza que todo médico debe poseer:
- El médico tiene siempre la obligación de dejar claros los límites de sus conocimientos y sus competencias.
- El médico ha de colaborar en las investigaciones oficiales y en los procedimientos de reclamación, aportar toda la información relevante, cumpliendo siempre las normas de salud que prevalezcan en su entidad.
- El médico cuando es citado ante los tribunales en sus actuaciones periciales debe ser veraz, sincero y fidedigno, y asegurarse de que todas las pruebas y documentos que redacta o firma sean verídicos. Por ellos debe:
- Verificar razonablemente que la información aportada es correcta.
- No omitir de manera deliberada ninguna información relevante.
- El médico, de ser requerido, tiene la obligación de informar a su colegio cuando, en cualquier parte del mundo y en relación con el ejercicio profesional:
- Ha sido amonestado o está sometido a una investigación.
- Ha sido condenado por algún delito grave.
- Si otro organismo profesional, cualificado para ello, ha dictado un fallo en su contra.
- El médico debe informar con diligencia, tanto a los centros donde trabaja como a sus pacientes privados, de cualquier restricción que le impongan las autoridades profesionales o judiciales en su ejercicio profesional.
- El médico debe actuar con honradez y transparencia en las relaciones económicas o comerciales con pacientes, empresarios, compañías de seguros y cualquier otra organización o persona.
- El médico no debe permitir que intereses particulares influyan en sus indicaciones diagnósticas o terapéuticas, en la derivación de pacientes a otros profesionales sanitarios o en el encargo de servicios.
- El médico tiene la obligación de declarar la posibilidad de conflicto de intereses en cualquier circunstancia, e incluso se debe abstener de participar cuando el conflicto se dé en el contexto de toma de decisiones.
- El médico no debe aceptar ni pedir ningún incentivo, obsequio o atenciones sociales que puedan afectar a su manera de prescribir, tratar, derivar pacientes o encargar servicios. Tampoco debe ofrecer ningún tipo de incentivo, ni a sus pacientes ni a otros compañeros profesionales.