Que los médicos pasantes se han convertido en blanco de la delincuencia organizada, nadie lo niega. Un reporte de la Secretaría de Salud (Ssa) documentó 34 denuncias de agresiones y amenazas contra estudiantes de medicina de instituciones públicas y privadas de nuestro país, entre las que destacan la UNAM, el IPN, la UAG, entre otras.
Sin embargo, el propio IPN realizó otro estudio sobre este delicado tema en el que se detalla que de 2007 a 2015 sus alumnos de la carrera de medicina presentaron 50 denuncias, por lo que la suma de ambos reportes da 84 denuncias.
De acuerdo con El Universal, los estados con mayores reportes de agresiones hacia médicos pasantes son:
- Nayarit, con 15
- Zacatecas y San Luis potosí con 11
- Guerrero con 10
- Hidalgo con 7
- Campeche con 4
- Jalisco, Colima, Guanajuato, Tlaxcala y Oaxaca con tres cada uno
- Veracruz, Morelos y Estado de México con dos cada uno
- Puebla, Querétaro, Sinaloa, Yucatán y Quintana Roo con uno.
La Asociación Mexicana de Facultades y Escuelas de Medicina (AMFEM), menciona que la gran mayoría de estos incidentes no se denuncian por temor a represalias o por la indiferencia de las autoridades.
Finalmente, de acuerdo con el estudio Expectativas y motivación en la transición de rol en el servicio social de la Facultad de Medicina, de la Universidad Nacional Autónoma de México, se tomaron como muestra 360 encuestas elaboradas a 814 médicos pasantes que realizaron su servicio durante 2009-2010. Los resultados fueron alarmantes, ya que:
- 57 por ciento dijo sentirse inseguro en su unidad.
- 60 por ciento no tenía confianza en el equipo de salud para realizar su trabajo.
- 35 por ciento estaba desmotivado.
- 27 por ciento que realizó su servicio en zonas rurales no lo disfrutó.
- y 23 por ciento estuvo a punto de renunciar.