Aproximadamente 21 millones de personas en todo el mundo sufren esquizofrenia, una enfermedad mental que, de acuerdo con un informe que acaba de publicarse en el Canadian Medical Association Journal, triplica el riesgo de mortalidad entre los afectados.
En este sentido, una nueva investigación realizada por la Universidad de Copenhague, en Dinamarca, destaca que el 79 por ciento del riesgo de desarrollar esquizofrenia se explicaría exclusivamente por razones genéticas.
El estudio, cuyos resultados fueron publicados en la revista Biological Psychiatry, intentaba refinar los resultados de anteriores estudios estadísticos, basados en el hecho de si los individuos sufrían en ese momento esquizofrenia o no, sin valorar el riesgo de contraerla más tarde.
Al respecto el doctor John Krystal, director de Biological Psychiatry, puso contexto la cifra estimada por los especialistas daneses: “este 79 por ciento se sitúa en el extremo superior de los porcentajes propuestos hasta ahora, que oscilaban entre el 50 y el 80 por ciento, lo cual respalda los intensos esfuerzos científicos por localizar los genes responsables de la esquizofrenia”.
En tanto, los investigadores daneses aprovecharon la base de datos del Danish Twin Register, en el que están registrados todos los gemelos nacidos en Dinamarca a partir de 1870, información cotejada con la del Danish Psychiatric Central Research Register. Al final, los investigadores han podido examinar los casos de más de 30 mil parejas de hermanos gemelos.
El estudio tuvo en cuenta otros trastornos que no son esquizofrenia de modo estricto, pero pertenecen al mismo espectro de desórdenes psiquiátricos. Y en este caso, el índice de herencia es también muy elevado: asciende al 73 por ciento.
“Nuestro estudio es la estimación más completa y rigurosa del componente genético de la esquizofrenia y su diversidad diagnóstica”, afirma Hilker Rikke, uno de los autores del informe. Porque, como también apunta este especialista, el peso del factor congénito se revela prácticamente igual en todas las manifestaciones de la enfermedad, que puede producir desde síntomas leves a incapacitar por completo al afectado.
Cabe destacar que uno de los últimos avances en este sentido es el descubrimiento de un rara variante genética conocida como RTN4R, que puede desempeñar un papel decisivo en el desarrollo de la esquizofrenia, como han sugerido investigadores japoneses en la revista Translational Psychiatry. Dicho fragmento del ADN esta asociado a la producción de mielina, sustancia que actúa como conductor de las señales eléctricas entre neuronas, y cuya abundancia o ausencia están directamente relacionadas con el correcto funcionamiento del cerebro.