Según expertos han avisado, con motivo de la presentación del “Manifiesto: desafíos del siglo XXI en prevención, bienestar y salud animal”, impulsado por Boehringer Ingelheim Animal Health, el 75 por ciento de los agentes patógenos causantes de nuevas enfermedades infecciosas que afectan a las personas tienen origen animal.
La relación entre la vida salvaje y la humana han propiciado que los patógenos lleguen a las personas
“Todo lo que ha favorecido el contacto de las personas con la vida salvaje ha facilitado que los patógenos que sólo afectaban a los animales salvajes hayan llegado a las personas y, aunque muchos no suponen un problema importante de salud pública, otros sí pueden producir epidemias locales o pandemias como la que estamos viviendo ahora con el coronavirus”, tal y como ha expresado Joaquim Segalés, coordinador del Centro Colaborador de la Organización Mundial de la Sanidad Animal (OIE) para la investigación y control de enfermedades emergentes y re-emergentes del cerdo.
En este sentido, lo que este manifiesto destaca es la importancia de la interacción y colaboración entre la medicina humana y la veterinaria para el control de las patologías emergentes de origen zoonótico, ya que su detección temprana en los animales permitirá descubrir o anticipar más del 90 por ciento de las nuevas zoonosis.
Es importante el papel de los veterinarios para investigar la aparición de brotes
Es por eso por lo que los expertos an subrayado el “relevante” papel que juegan los veterinarios a la hora de investigar la aparición de brotes, establecer programas de vigilancia en las poblaciones animales, reducir su prevalencia en los animales domésticos mediante programas de control y erradicación y monitorizar su existencia en las poblaciones de animales silvestres.
Además, y teniendo en cuenta que el 20 por ciento de las pérdidas en la producción animal mundial están causadas por enfermedades transmisibles, han subrayado la labor del veterinario como garante de la sanidad animal y de la seguridad alimentaria.