La automedicación es una de las mayores preocupaciones a nivel mundial, pues a raíz de ésta se ha observado que los antibióticos han perdido su efectividad y cada vez se requieren más medicamentos para curar las enfermedades de los pacientes, una situación preocupante si consideramos que, de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU), cada año se registran 700 mil muertes provocadas por infecciones resistentes a medicamentos antimicrobianos.
En este sentido, la estadística forma parte del informe anual “Frontiers” de la ONU, el cual analiza el papel que desempeña el medio ambiente en el tema de la resistencia bacteriana debido a la saturación de medicamentos y químicos en las personas.
Al respecto, Erik Soheim, director general del área de Medio Ambiente de la ONU, comentó que, junto al consumo de fármacos sin prescripción médica, también la liberación de medicinas al aire libre sin los debidos cuidados sanitarios ha propiciado el fenómeno de la resistencia bacteriana.
La liberación al ambiente través de los hogares, hospitales, instalaciones farmacéuticas y desechos agrícolas, que al tener contacto con bacterias naturales y otras que ya han creado nivel de resistencia, generan este fenómeno.
En ese mismo sentido, el funcionario añadió que la mayoría de los antibióticos se excretan sin metabolizar, lo que también ha fomentado el aumento de la resistencia bacteriana.
Alrededor del 80 por ciento de los antibióticos consumidos a nivel mundial, se excretan sin metabolizar junto con bacterias resistentes; por otra parte, 75 por ciento de los utilizados en el ganado se pierden en el medio ambiente. En sumatoria, ambas acciones son perjudiciales porque propician el desarrollo de la resistencia bacteriana.