Seguramente en alguna ocasión has escuchado a alguien quejarse de las conductas groseras por parte de los conductores del transporte público, si no es que incluso tú lo has hecho. ¿Pero te has puesto a pensar en los riesgos que conlleva su profesión y las presiones a las que son sometidos?
Para los conductores, el trabajo frente al volante es durante todo el año. Llevar a pasajeros a distintos destinos es una actividad que sólo les permite descansar pocos días anualmente.
De acuerdo con cifras aportadas por el Centro para el Fomento de la Educación y la Salud de los Operarios de Transporte Público de la Ciudad de México (Cenfes), 70 por ciento de los choferes de este tipo de unidades se ven afectados por las largas jornadas de trabajo y padecen con más frecuencia enfermedades como diabetes, hipertensión y síndrome metabólico.
Los ruidos de la calle pueden producir alteraciones en el aparato auditivo y las vibraciones pueden afectar su columna vertebral. Las malas posiciones pueden producir alteraciones de la misma y, por tanto, un cambio de presiones en los discos intervertebrales, el tránsito vehícular puede provocar estrés y la alimentación ‘callejera’ infecciones estomacales, sumado a esto en el interior del vehículo hay continuos cambios de temperatura por la entrada y salida de pasajeros. Este tipo de condiciones conducen a padecimientos con mayor incidencia de la media nacional”, reveló Germán Gerardo Méndez Ruiz, director de la Cenfes.
El reporte anual del Cenfes evidenció que de los 177 milconcesionarios registrados en la Ciudad de México, 29 por ciento sufre de altos niveles de colesterol y triglicéridos en la sangre, 22 de ametropía, 19 de diabetes, 7 de hipertensión y 4,2 de síndrome metabólico.
A petición de la Secretaría de Movilidad de la Ciudad de México, desde hace más de 9 años el Cenfes evalúa a los operadores que aspiran tramitar o renovar su licencia, con conocimientos de conducción, reglamento y son sometidos a exámenes de salud y psicológicos.
Dicho organismo también reveló que la mayoría de choferes no cuenta con ningún tipo de seguro en caso de enfermedades.
La única forma de atenderse es pagar médicos particulares pero al tener un sueldo bajo la mayoría no puede darse esos privilegios y dejan pasar el malestar.
En caso de que los operadores tengan padecimientos en etapas avanzadas, el Cenfes se encarga de detener su tarjetón hasta que demuestre que se someten a control de salud constantes.
Sin embargo, si la patología limita su trabajo o pone en alto riesgo su vida, la licencia no les es otorgada, ya que los padecimientos en la salud tienen un correlación con los errores humanos que producen accidentes e infracciones de tránsito.
Nos dimos cuenta que la mayoría se entera de su padecimiento crónico cuando buscan obtener la licencia para desempeñar la actividad, lo cual refleja la falta de acceso a servicios de salud.
Por esta razón el Cenfes busca busca concienciar a los conductores a través de los cursos que imparten.
Uno de ellos es acerca de salud laboral, se trabaja con ellos sobre la importancia de la nutrición, de conocer su salud, del ejercicio, de comer a tiempo, de ir al baño cada vez que tienen ganas, entre otras cosas.
Según Cifras del INEGI el padecimiento que más registró muertes el año pasado fue la diabetes, con un total de 98 mil 521 decesos. Así mismo la Encuesta de Salud y Nutrición de Medio Camino reveló que 1 de cada 4 adultos en la actualidad padece hipertensión.