Aunque pueda parecer exagerado, conviene que el médico conozca algunas reglas de etiqueta para usar la computadora dentro del consultorio, pues, de lo contrario, más que convertirse en un apoyo resultará un obstáculo en la comunicación con los pacientes:
Deja de preocuparte
- Estadísticas han demostrado que es justamente el facultativo, en comparación con el paciente, quien más se preocupa por la incursión de la computadora en el consultorio, pues se angustia porque interfiera con su trabajo, pero esto no debe ser así, ya que usarla correctamente mejora la calidad del servicio médico.
Permite que el paciente mire tu pantalla
- Conviene colocar el monitor de la computadora de forma que el pacientes observe que estás trabajando, en su caso, y no navegando en Internet o revisando tus redes sociales; esto a fin de que se sienta más cómodo con la atención que le ofreces.
Desglosa los datos
- Para ti puede ser muy sencillo observar una tabla que muestre la evolución de una patología en la historia clínica, pero que te tomes el tiempo necesario para explicarle a tu paciente qué está pasando con su salud puede ganarte no sólo simpatía, también mejor disposición a aceptar los tratamientos que le prescribes, ya que habrá notado que todo tiene justificación.
Olvídate de ver la pantalla de vez en cuando
- Aunque en la máquina se concentra información de valor para la consulta médica, resulta clave no perder el contacto visual, ya que éste favorece la comunicación entre médico y pacientes al garantizar que se le presta atención al interlocutor.
Explica lo que haces
- No basta con pasar de un archivo a otro para echar un vistazo a los antecedentes del caso. A fin de que el paciente se sienta parte importante y activa en la consulta médica, es necesario hacer comentarios sencillos del tipo “revisemos los resultados de sus estudios anteriores”, o “déjeme ver cómo estaba su presión arterial hace un par de meses”.
Cierra los archivos del paciente en su presencia
- Debido a que se trata de información confidencial, tus pacientes se sentirán aliviados si pueden constatar que sus datos ya no están en la pantalla expuestos a “ojos indiscretos” o a que por error incorporen información de otra persona.
¡Toma en cuenta estos consejos y verás que la actitus de tus pacientes hacia ti mejorará considerablemente!
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