Atender a un paciente nunca ha sido sencillo y menos en el competitivo mundo actual. El número de profesionales de la salud aumenta cada año por todos los egresados de las universidades, lo cual debe motivarte para ser cada día mejor. Para lograr resaltar es necesario que siempre te mantengas en búsqueda de la mejora continua.
En ese sentido, es claro que nunca existen dos pacientes iguales porque a pesar de que tengan la misma enfermedad, las características personales vuelven a su caso único. A pesar de lo anterior, existen ciertas características que puedes aplicar en todos tus servicios. Los pequeños detalles suelen ser los que marcan grandes diferencias.
Consultas médicas de máxima calidad
Recuerda que una buena consulta médica cualquiera la puede dar; sin embargo, una atención de máxima calidad sólo algunos la pueden impartir. Más allá de identificar el origen de la enfermedad o dolencia también debes crear una conexión con el paciente. Es necesario que muestres interés en cada persona para que se sienta identificado con tu servicio.
Dicho todo lo anterior, ahora es momento de conocer las características que debe tener una consulta médica de máxima calidad. Verifica si cumples con todos los aspectos porque son los que te van a ayudar para sobresalir con respecto a tus colegas.
- Mostrar cortesía
Es un aspecto tan básico pero que muchos médicos pasan por alto. Ofrecer un saludo efusivo al inicio y unas palabras de apoyo al final de la consulta son aspectos sencillos que muestran que realmente te importa cada paciente.
- Generar una relación cordial y amable
La mayoría de las personas tienen miedo de acudir con un médico, en especial cuando es uno que no conocen. Por lo tanto, para generar una relación cordial durante la consulta debes mostrar preocupación e interés por la persona. Además es una forma sencilla para evitar las rutinas y que todos tus días sean iguales.
- Ser limpio y ordenado
La limpieza y el orden son factores que debe imperar en tu consultorio médico. Siempre han sido aspectos indispensables pero a raíz de la pandemia de Covid-19 adquirieron mayor relevancia. Recuerda desinfectar tu escritorio de manera constante y lavarte las manos después de atender a cada paciente. No sólo es por la salud de las demás sino también por la tuya.
- Escucha activa
Para evitar hacer preguntas innecesarias o repetitivas debes de tener una escucha activa durante la consulta. Pon toda tu atención en lo que mencione el paciente y deja que se exprese libremente para que no lo interrumpas. Una vez que concluya entonces es tu momento de hablar y ofrecer tu punto de vista.
- No juzgues al paciente
Si durante la consulta tu paciente te confiesa que abandonó el tratamiento o no ha consumido los medicamentos recetados, evita hacer juicios de valor o regañarlo. Lo indicado es ofrecer consejos u alternativas y hacer énfasis en que es una situación que no se debe repetir por su propio bienestar.
- Cuida tu imagen física
Parece un aspecto sin importancia pero en realidad es todo lo contrario. Una bata sucia puede generar una opinión en tu contra que muy difícil vas a lograr cambiar en tus pacientes. Para evitar que eso suceda debes poner atención en este tipo de detalles.
Al final debes de tener en cuenta que además de lograr la pronta curación del paciente, la mejor manera para determinar si lograste hacer de manera indicada tu trabajo es si él regresa contigo. Generar una relación a largo plazo es la mejor forma para identificar si hiciste bien tu trabajo.
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