Los médicos no siempre dicen las cosas correctas. Por lo tanto, una buena atención al paciente requiere una buena comunicación, así como habilidades clínicas bien perfeccionadas.
Si no sabes como comenzar, inicia evitando las siguientes 6 cosas que nunca debes decirle a un paciente
NO DOLERÁ NADA
Algunos médicos sobreestiman su propia habilidad para realizar procedimientos sin dolor. La verdad es que muchos procedimientos duelen al menos un poco, incluso cuando se llevan a cabo con habilidad. Por esto, los pacientes siempre prefieren saber a lo que van. Sobre todo los pediatras, quienes deben tener cuidado de que los pacientes no tomen esas garantías como preludio al dolor.
Puedes probar decir: “Esto podría ser un poco incómodo” o “Esto dolerá un poco, pero terminará antes de que te des cuenta”.
ESTAMOS MUY OCUPADOS
Un paciente que había estado esperando pacientemente ahora se siente frustrado porque la hora de su cita programada va y viene. Es tentador ahuyentar la queja, pero pronunciar estas palabras puede desacreditar al paciente, que probablemente también esté bastante ocupado y tal vez falte al trabajo para esta cita. Puede que sea el momento de reconsiderar tu horario. Pero por ahora, discúlpate y dale a tu paciente una estimación de cuándo será atendido.
ENTIENDO COMO TE SIENTES
A menos que hayas luchado personalmente contra esta enfermedad debilitante en particular o te hayas sometido a este tratamiento menos que agradable, es imposible que puedas comprender exactamente cómo se siente tu paciente. Por supuesto que tienes buenas intenciones. Pero no quieres insultar a tu paciente o menospreciar sus experiencias.
En su lugar, intenta expresar empatía diciendo: “Solo puedo imaginar cómo te sientes”.
NO ENCONTRAMOS TU HISTORIAL
Puede parecer bastante inofensivo, y tal vez estés esperando sumar puntos por una explicación honesta del retraso. Pero seguramente a ningún paciente le gusta escuchar esta frase, especialmente si está acostado en una camilla con una vía intravenosa en el brazo en el quirófano.
ESTOY SEGURO DE QUE NO ES NADA GRAVE
¿Eres tú? Considera cómo tendrías que comer estas palabras si la secreción nasal y el dolor de cabeza de tu paciente resultan ser síntomas leves de una enfermedad crónica o potencialmente mortal.
Aunque son palabras de seguridad (y con las probabilidades de su lado), nunca se sabe lo que revelarán las pruebas, y las falsas promesas son un golpe mortal para la confianza del paciente.
En su lugar, brinda seguridad a través de exámenes minuciosos y escucha atenta a las inquietudes del paciente.
¡OH NO!
Si cometes un error, esta no es la frase con la que deseas comenzar cuando se lo dices al paciente. La transparencia y la admisión de errores son buenas reglas generales. Pero escuchar al médico decir “OH NO” o algún término similar mientras está en la mesa de examen infunde miedo incluso en los pacientes más difíciles.
Trata de evitar exclamaciones y dile al paciente la verdad de una manera que irradie competencia y profesionalismo.
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