De acuerdo con el Consejo Nacional de Población (Conapo) en México prevalece una tasa de fecundidad en mujeres menores de 19 años cercana a 72.65 casos por cada mil personas. Si bien se trata de una cifra menor al promedio mundial, es bastante elevada incluso entre economías emergentes y se debe en buena medida al uso irregular de los anticonceptivos que predomina en nuestro país.
Durante el Día Nacional para la Prevención del Embarazo no Planificado en Adolescentes, Bayer presentó los resultados para México de su encuesta Piensa en las Necesidades de Anticonceptivos (TANCO). La investigación contó con la participación de 50 ginecólogos y mil 135 mujeres pacientes únicamente para los resultados nacionales.
Entre los descubrimientos más relevantes, destaca que más de la mitad de las mujeres mexicanas han olvidado ocasionalmente darle seguimiento a sus tratamientos anticonceptivos orales. Si bien la gran mayoría de las pacientes se siente preocupada ante la posibilidad de un embarazo no planificado a causa de su descuido, apenas 1 de cada 3 contacta a su ginecólogo para obtener información sobre cómo proceder para reducir el riesgo de fecundación.
Al respecto, la Dra. Erika Torres, ginecóloga obstetra y Medical Manager de América Latina y el Caribe para la división farmacéutica de Bayer México, apuntó en entrevista con Saludiario que la eficacia clínica y típica de los anticonceptivos varía radicalmente. Más allá de fomentar una buena educación sexual en las pacientes, remarcó, se necesita también capacitar a los profesionales de la salud para que puedan dar mejores recomendaciones e instrucciones a las personas.
Estamos convencidos que parte importante [en la prevención de embarazos no deseados] es la capacitación de los médicos, porque si no se les entrena correctamente […], aunque tengan ahí el método anticonceptivo, no se va a ofertar […]. En el estudio TANCO nos dimos cuenta que el rol del profesional de la salud es de mucho impacto en la toma de decisión en el uso de un método de planificación familiar, entonces debemos seguir apoyando a su capacitación.
También se descubrió que profesionales de la salud y pacientes tienen concepciones muy distintas sobre anticonceptivos. Aunque ambos consideran la eficacia y la seguridad el factor más importante, las mujeres valoran más un menor riesgo de sufrir trombosis o contraer una infección de transmisión sexual (ITS), mientras que los médicos creen más importante reducir el costo.