Según Medigraphic, la comunicación no sólo debe servir para obtener información que el médico necesita en el cumplimiento de sus funciones. Debe emplearse también para que el paciente se sienta escuchado. Para comprender enteramente el significado de su enfermedad y para que se sienta copartícipe de su atención.
La importancia de la comunicación médica
Por lo tanto, corresponde al médico familiar identificar desde su práctica diaria, sus propias dificultades. Y reflexivamente transformarlas para poder incidir positivamente en el cuidado de la salud de sus pacientes.
Como mencionamos, la comunicación lo es todo en la atención médica. Es la base de la relación médico-paciente. Pero es imperativo atesorar esos pocos minutos.
A continuación, proyectamos las 5 reglas de oro para mejorar la comunicación médica. Y tres que jamás debes seguir, según Kevin MD.
- Siéntate. Siéntate siempre con el paciente. Las investigaciones muestran que cuando los médicos se sientan. Los pacientes perciben que están en la habitación mucho más tiempo que los médicos que se ponen de pie. También se ha demostrado que los pacientes están más satisfechos con su atención y expresan una mejor comprensión de su condición cuando su médico se sienta.
- Involucra a la familia siempre. A menudo, es más importante hablar con la familia que con el paciente. Esto se aplica especialmente si el paciente es anciano o está desorientado. No pases al siguiente paciente antes de considerar si la familia está al tanto o no.
- Evita la jerga técnica. Estás en la burbuja de la medicina y es fácil suponer que otras personas entienden toda la jerga. La realidad es que probablemente no lo hagan. Utiliza tantos términos sencillos como sea posible. Por ejemplo, evita usar bandas alrededor de palabras como “hemoglobina”, “hipotenso” o “taquicardia”, sin pensar en si la otra persona realmente comprende lo que está diciendo.
- Siempre da la oportunidad de hacer preguntas. Asegúrate de que el paciente comprenda todo lo que le has dicho. Nunca termines una conversación sin preguntarle si tiene alguna pregunta. Recuerda, su salud esta en juego. Así que deberían tener preguntas.
Ahora bien, estas son las 3 cosas que JAMÁS debes hacer
- Mirar la computadora mientras hablas. Esto es muy molesto para el paciente, que no quiere nada más que una buena conversación personal a la antigua con su médico de confianza. Da la impresión de que el médico está distraído. Idealmente, revisa la información sobre el paciente brevemente antes de entrar a la habitación o de que entre al consultorio, de modo que no te encuentres con ellos completamente “a ciegas”.
- Hacer evidente que tiene prisa. Probablemente tengas prisa como médico, es la naturaleza del trabajo. Pero trata de evitar cualquier señal del lenguaje corporal, como ponerse de pie o señalar hacia la puerta o algo que pueda delatarte.
- Hacer que parezca que cada problema es trivial. Si un paciente le dice algo que realmente le molesta, no lo pases por alto. Ten cuidado de ignorar por completo ese “dedo doloroso”. Abórdalo, aunque sea brevemente, y asegúrate de que lo ayudará a solucionarlo aunque no sea el principal problema médico agudo.
¿Y tú, ya aplicas algunos?
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