A lo largo de los últimos años el estilo de vida de la mayoría de la población se ha transformado. Ahora todo está basado en las prisas porque no hay tiempo para descansar. Actividades esenciales como dormir o comer han pasado a segundo plano y eso genera diversas afectaciones al cuerpo. La situación se complica cuando se tienen malos hábitos alimenticios como hacer ayunos largos o comidas altas en calorías. Al final todo influye en un deterioro del sistema inmunológico y deja a las personas expuestas a enfermarse.
Esta situación no es menor porque si se encuentra debilitado inclusive las vacunas contra la Covid-19 generan un rendimiento menor. Además no se trata de la única infección de peligro porque en la temporada invernal también aumentan los casos de influenza.
Por otra parte, a través de un artículo la revista Cell Metabolism explica cómo el sistema inmunológico no solo es la mejor defensa contra amenazas externas como microbios patógenos sino que además es clave para mantener el buen funcionamiento general de todo nuestro cuerpo.
Con lo anterior en mente, Hugo Palafox, VP Global de Asuntos Científicos de Immunotec, ofrece cinco consejos básicos que se deben seguir para fortalecer el sistema inmune:
- Descanso de calidad. Lo ideal es definir un horario todos los días para apagar tu celular o ponerlo en silencio y que puedas empezar a relajarte. Tu habitación debe ser lo más oscura posible, eso incluye apagar la televisión, para que tu cuerpo empiece a producir melatonina, hormona indispensable para inducir el sueño.
- Nutrición correcta. El peso de la evidencia científica nos indica que los humanos debemos poner énfasis en una nutrición rica en proteínas, grasas saludables, vitaminas, minerales, fibra y antioxidantes. En cuanto a los carbohidratos, procuremos que provengan de fuentes integrales y lo menos procesadas posibles. Evitemos el consumo abundante de carbohidratos refinados como harinas y azúcares añadidos.
- Hidratación. La mayor proporción de nuestro cuerpo es agua, por tal motivo, la hidratación es necesaria para poder funcionar en óptimas condiciones. La cantidad recomendable es al menos dos litros de líquido al día que pueden incluir: agua natural, agua mineral, té, y cualquier otra bebida que contengan minerales y/o electrolitos.
- ¡Actívate! La actividad física mejora tu salud drásticamente, ayuda a mantener un peso saludable y manejar el estrés mental. La liberación de endorfinas que nos produce el ejercicio nos da una sensación de bienestar y nos hace sentir con más energía y de mejor humor. Encuentra el ejercicio de tu preferencia, no importa qué sea o dónde lo hagas, pero realízalo por lo menos 30 minutos al día, cinco veces a la semana.
- Apóyate en algo extra. Hoy gracias al enorme avance científico, sabemos que si ponemos énfasis en el consumo de ciertos nutrientes o activos de los alimentos podemos lograr un efecto más allá que solo el nutrimental. Por ejemplo, consumir algún suplemento centrado en vitamina C o D, ácidos grasos omega 3, antioxidantes, entre otros; puede contribuir estratégica y complementariamente a fortalecer el sistema inmunológico.