Durante el embarazo, uno de los momentos más temidos por las mujeres embarazadas es el del partos y esto es debido, fundamentalmente, a cómo se presenta este momento en las películas. En algunos filmes, la figura de la mujer que va a dar a luz aparece como una chica desquiciada que rompe aguas de la forma más repentina que jamás hayas podido ver, todo ello mientras su pareja, no sabe ni dónde ponerse y acaba desmayándose en el quirófano.
Pero, ¿es real la imagen del parto que se da en las películas de Hollywood? ¿Qué hay de cierto o mentira en los mitos que las películas del sector cinematográfico han presentando sobre el momento del alumbramiento del bebé? A continuación te mostramos algunos de esos momentos de cualquier parto vaginal que se precie que, después, en la realidad no son así.
La mayoría de bebes nacen bocabajo en los partos
En la mayoría de partos, lo primero que asoma al mundo es la cabeza del bebé, pero en las películas los bebés nacen boca arriba y esto no es así. Más del 90% de bebés se coloca, antes de nacer, en posición cefálica, con la cabeza hacia abajo y aunque en la mayoría de películas, el bebé nace mirando hacia arriba, con los ojos abiertos y hasta sonriendo, esto es algo que no es real.
Romper aguas
Normalmente, en cine y televisión el momento de rotura de aguas es repentino y el agua abundante y, casi de forma inmediata, la embarazada se pone de parto. Aunque esto es algo que no ocurre con tantísima frecuencia. Incluso, en muchas ocasiones, la rotura de la bolsa del líquido amniótico en el que crece el bebé requiere incluso de alguna prueba para confirmar si se ha roto realmente o no, ya que la paciente nota que pierde líquido pero no acaba de verlo claro.
Así que, como puedes ver, muchas veces no es tan fácil diferenciar el líquido amniótico de la orina, sobre todo si no se desprende el manantial que se presenta en el cine. Además, esto no marca el inicio del parto sino que es parte de él.
Posición casi sentada en los partos del cine
Son muchos los ejemplos en el cine en las mujeres embarazadas dan a luz en una posición casi sentada y esto realmente no ocurre siempre así; en realidad, depende mucho del país donde se da el parto. En muchos países, por ejemplo, no se elige esa postura sino que se utiliza la posición ginecológica, en la cual la mujer está tumbada, con la parte posterior de las rodillas apoyadas y no tan incorporada. Además, la posición dependerá de la etapa del parto en que se encuentre la embarazada.
Gritos de terror
Otro de los mitos clásicos de los partos en el cine son los alaridos de terror y esto es algo que tampoco es realista. Según los especialistas médicos, las contracciones son dolorosas y cuando se prolongan mucho, la paciente se va agotando. Aunque es cierto que no es un dolor desgarrador ni que obligue a la mujer a gritar de esa forma, aunque, obviamente, cada persona lo tolera de una forma diferente y si hay anestesia epidural, lo normal es que esos gritos de dolor no se produzcan.
Hombres desmayados
Otro cliché típico es el de padre torpe y aprensivo. Cierto es que en la vida real existen hombres muy aprensivos que cuando llega el momento del parto se ponen blancos y más de uno se cae redondeo al suelo. Aunque esto no es lo normal que suceda. En las películas, normalmente, se representa a la pareja como un estorbo y esto no es así y esto no es así. Muchos hombres y mujeres que acompañan a la mujer embarazada se complementan con ella en perfecta sintonía y la ayudan y respaldan con todo lo que necesite.