El repunte de Covid-19 en México se encuentra en punto más alto y la prueba más clara es que durante los últimos días se ha registrado más de 600 decesos en cada uno. Mientras que en el rubro de contagios han ocurrido al menos 19 mil por jornada. Con esto la situación está a punto de alcanzar la vivida a inicios de este 2021. Inclusive en algunos estados ya comienzan a saturarse los hospitales y la disponibilidad de camas cada vez es menor.
Como responsables de la situación actual existen dos aspectos fundamentales. El primero es la expansión de la Variante Delta que ha mostrado tener una carga viral hasta mil veces mayor que la cepa original. Por lo tanto propicia contagios con mayor facilidad y además disminuye la eficacia de las vacunas actuales.
Por otra parte, también influye que gran parte de la población ya no respeta las medidas básicas de seguridad e higiene. En la calle ha disminuido el uso de cubrebocas y cada vez se observa a más personas que realizan salidas innecesarias o con motivos de entretenimiento.
Cómo atender a pacientes infectados
Precisamente en medio de este panorama la Secretaría de Salud (SSa) acaba de publicar la nueva Guía Clínica para el Tratamiento de la Covid-19 en México. Se trata de un documento dirigido a todos los trabajadores sanitarios y su objetivo es apoyar en las necesidades, capacidades, preferencias y valores que requieran con sus pacientes. Aunque un punto muy importante que se menciona es que la guía no suplanta la responsabilidad de tomar decisiones apropiadas para las circunstancias de cada individuo, centrándose en las personas y considerando la voluntad de sus familias, cuidadores o tutores.
Como parte de su contenido se mencionan los únicos medicamentos que se pueden utilizar en pacientes Covid-19 porque han mostrado buenos resultados. También se indican los que de ninguna manera se deben usar y ahora vamos a revisar los opcionales. En esta ultima categoría están los que solo se recomiendan en estudios de investigación porque a la fecha no se ha comprobado que ayuden de forma notoria en la recuperación de personas infectadas o su mejoría es mínima.
Colchicina (CIIa)
Tratamiento opcional. Disminución en riesgo de hospitalización y mortalidad. Beneficios demostrados en pacientes ambulatorios: Disminución de objetivo compuesto de mortalidad u hospitalización de 25% en pacientes confirmados con COVID-19, significativa. Disminución de la mortalidad en 55%, aunque no significativa. Disminución de la necesidad de ventilación mecánica en 52%, no significativa. Disminución en hospitalización de 22%, aunque no significativa. En pacientes con manejo ambulatorio, con inicio de terapia en menos de 24 horas del diagnóstico clínico, con al menos un factor de riesgo para complicaciones. Potencial incremento de TEP y diarrea.
Ácido acetilsalicílico (BIIa)
Disminución de 1 día en la duración de la hospitalización. 1% mayor probabilidad de ser dado de alta al día 28. 0.6% menos tuvieron un evento tromboembólico.
Baricitinib (BIIa)
Mortalidad, reducción riesgo relativo 38.2%, riesgo absoluto 5%.
Bamlanivimab/etesevimab (AIIa)
Reducción absoluta del 5% y una reducción relativa del 70% en las hospitalizaciones o muertes por cualquier causa relacionada con la COVID-19 entre los participantes que recibieron Bamlanivimab / etesevimab en comparación con los que recibieron placebo.
Casirivimab/imdevimab (AIIa)
Hospitalizaciones o muertes. Reducción absoluta del 2.2% a 3,3% y una reducción del riesgo relativo del 70% a 71%.
Toda la información anterior es de gran importancia para ti y tu práctica clínica diaria. Recuerda seguir las indicaciones de la SSa en la atención a pacientes para evitar problemas innecesarios. Mientras que si te interesa conocer la guía completa la puedes revisar en el siguiente enlace.