El estrés en la práctica médica pueden definir como las respuestas físicas y emocionales dañinas que ocurren cuando los requisitos del trabajo no coinciden con las capacidades. Los recursos o las necesidades del trabajador. A menudo se confunde con desafío, pero estos conceptos no son los mismos y tienen efectos muy diferentes.
Estrés en la práctica médica: Métodos saludables para manejar el estrés en la práctica médica
Dado que todos tienen una respuesta única al estrés en el lugar de trabajo y los factores estresantes de trabajar en una práctica médica varían de una persona a otra. No existe una solución única para controlar el estrés. Ningún método funciona para todos ni para todas las prácticas médicas.
Por lo tanto, es importante que experimentes con diferentes técnicas y estrategias. Sin embargo, recuerda que si tus métodos para lidiar con el estrés no contribuyen a mejorar tu salud física y emocional, es hora de encontrar métodos más saludables.
12 maneras efectivas de manejar el estrés en la práctica médica
Busca la oportunidad en cada factor estresante
Hay muchas formas saludables de manejar y afrontar el estrés en la práctica médica, pero todas requieren un cambio. Puedes cambiar la situación o cambiar tu reacción.
Si deseas cambiar la situación, puedes trabajar para evitar el factor estresante o alterar la situación para que no sea tan estresante. Y si eliges cambiar tu reacción al factor estresante, puedes adaptarlo o aceptarlo.
A continuación se presentan 8 técnicas y estrategias saludables que te ayudarán a cambiar la situación estresante del lugar de trabajo o su reacción a ella:
Crea un espacio pacífico.
Mira objetivamente tu espacio de trabajo. ¿Hay libros, archivos y medios electrónicos esparcidos por todas partes y se están acumulando cosas? ¿Tienes que cazar para encontrar lo que necesitas? Organiza tu espacio de trabajo para que tengas el espacio que necesitas para trabajar y para que puedas encontrar lo que estás buscando.
Tomar un descanso.
Sí, estás ocupado. Pero siempre puedes tomar un descanso de cinco minutos para dar un paseo corto, tomar un vaso de agua o hacer algunos estiramientos y ejercicios de respiración. Si trabajas en un escritorio, intente dejarlo cada dos horas, aunque solo sea por unos minutos.
El movimiento ayudará a tu circulación y te dará el pequeño descanso que necesitas para refrescar tu cuerpo y tu mente y reducir el estrés.
Aprende a decir no.
Conoce tus límites y apégate a ellos. Rehúsa a aceptar responsabilidades adicionales cuando estés cerca de tu límite. Asumir más de lo que puede manejar es una excelente manera de aumentar el estrés. Evita programar las cosas demasiado apretadas o tratar de incluir demasiadas cosas en un día. Con demasiada frecuencia, subestimamos cuánto tiempo tomarán las cosas. Aprende a ser realista en tu planificación.
Evite los temas polémicos.
Si sueles enojarte por las discusiones sobre religión o política, táchalo de tu lista de conversación. Deja de mencionarlo o discúlpate cuando sea el tema de conversación.
Dormir lo suficiente.
El estrés y la preocupación pueden provocar insomnio. Sin embargo, la falta de sueño te deja más vulnerable al estrés. Cuando tienes falta de sueño, tu capacidad para manejar el estrés se ve comprometida. Cuando se está bien descansado, es mucho más fácil mantener el equilibrio emocional, un factor clave para afrontar el estrés laboral. Acuéstese temprano cuando necesites ponerte al día.
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