La vida de un médico nunca es sencilla porque en cualquier momento se puede presentar una situación de urgencia que requiera tu apoyo. Además el trabajo suele ser demasiado porque una consulta no siempre termina cuando el paciente sale del consultorio. También es necesario capturar los datos del expediente clínico y eso implica tiempo y esfuerzo. Al final terminas agotado y eso impacta en tu rendimiento.

Por lo descrito, en muchas ocasiones los médicos llegan a descuidar su propia salud en beneficio de los pacientes. Aunque parece una situación sin importancia en realidad es un error que nunca debes cometer. Tu bienestar es fundamental porque si tú no te sientes bien entonces no vas a lograr atender de una forma correcta a los demás.

Con lo anterior en mente, te compartimos una lista de aspectos que debes convertir en hábitos y aplicarlos en tu vida diaria. Al hacerlo vas a garantizar una vida sana tanto en el aspecto físico como en el mental.

Mantén una alimentación equilibrada

Como médico, el principal consejo que le brindas a los pacientes es que cuiden su alimentación. Con esto en mente, tú debes ser el primero en poner en ejemplo. No sólo se trata de ser un ejemplo para los demás sino de hacerlo por ti mismo. Recuerda que tu salud es igual de importante que la de las personas que atiendes en el consultorio así que nunca la descuides.

En este caso, recuerda que el secreto no es la prohibición sino un consumo balanceado de alimentos. Procura tener varias comidas ligeras a lo largo del día en lugar de una abundante. Eso es de gran ayuda para la digestión.

Realiza actividades físicas con frecuencia

En ocasiones la vida del médico está basada en el sedentarismo porque la mayor parte del tiempo estás sentado dentro del consultorio. Por eso es necesario que realices ligeros cambios para propiciar la movilidad de tu cuerpo. No es necesario que acudas a gimnasios o lugares profesionales sino simplemente cambiar las rutinas de tu vida diaria.

En ese sentido, procura caminar al menos diez minutos cada día. Lo puedes hacer antes del trabajo o al salir y es suficiente con recorrer las calles aledañas a tu centro laboral. De igual forma, si el hospital cuenta con elevador puedes optar por las escaleras de vez en cuando. Lo importante es que mantengas en movimiento tu cuerpo.

Actualiza tus conocimientos

A veces se puede pensar que al egresar de la universidad dejas de ser un estudiante pero eso no es del todo cierto. Sin importar las circunstancias debes mantener viva tu curiosidad por aumentar tus conocimientos. Primero lo debes hacer por ti debido a que es una clave para ser un mejor médico, pero también hazlo por los pacientes.

Tal vez ahora no se puede salir por la situación que se vive pero te puedes apoyar en la tecnología. Hoy ya no es necesario desplazarse a otros lugares porque puedes tomar cursos o seminarios sin salir de tu casa o consultorio. Ahora lo único que necesitas es un dispositivo con conexión a internet y listo.

Desarrolla tu empatía médica

Un aspecto que nunca debes descuidar y en el que siempre debes mantener interés es tu empatía médica. Ahora es cuando más la necesitas para lograr una mejor relación con los pacientes. Para desarrollarla necesitas hacer algunas modificaciones en tus consultas y de inmediato vas a observar una diferencia. Detalles simples como llamar a las personas por su nombre, tener una escucha activa y responder todas las dudas dentro del consultorio son la base para conseguirla.

Nunca descuides tu salud mental

Finalmente, recuerda que la parte mental es igual de importante que la física. En muchas ocasiones se le resta importancia y eso puede conducir a problemas de estrés, ansiedad o depresión. En especial en los tiempos tan complicados que se viven es necesario prevenir la tristeza porque de no hacerlo puedes sufrir de graves consecuencias.

Lo más importante es que ante cualquier indicio tú como médico reconozcas que no te sientes bien y pide ayuda profesional. Recuerda que no está mal aceptar que tienes un problema porque con el apoyo necesario lo puedes enfrentar.

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