Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la mala salud cardiovascular es la principal causa de muerte en todo el mundo. Pero, ¿sabías que puedes mejorarla a través de la gestión del estrés? A continuación, te vamos a explicar un poco en qué consiste el estrés y cómo puedes gestionarlo mejor para incidir favorablemente en la no aparición de enfermedades cardiovasculares.
¿Qué es el estrés?
Se puede definir el estrés como un estado de tensión, emocional o físico, que actúa como respuesta a una situación que nos alarma o como consecuencia de algo que nos preocupa. Además, hoy en día, se considera un factor de riesgo de las enfermedades del corazón. Es por eso por lo que los cardiólogos abordan el estrés físico (cómo afecta a nuestro cuerpo) mientras que el emocional es tarea de la psicología y nuestra salud mental.
Relación entre la gestión del estrés y la salud del corazón
Cuando tenemos que adaptarnos y sobrellevar una situación estresante, lo que se conoce como gestión del estrés, nuestro organismo sufre unos cambios fisiológicos, mantenidos o prolongados en el tiempo, que nos vuelven más vulnerables a una enfermedad cardiovascular. A continuación te contamos cinco situaciones en las que existe una relación directa.
- Cuando estamos de lleno en la gestión del estrés, buscamos vías de escape a nuestras emociones que nos ofrecen placer y alivio inmediato y que, en ocasiones, son menos saludables como, por ejemplo, fumar.
- Cuando nos sentimos preocupados y estresados, también buscamos una solución en la comida. Estos son los clásicos atracones de alimentos ricos en grasas, azúcares y sal.
- El tercer puesto lo ocupa las bebidas alcohólicas como vía de regulación emocional en la gestión del estrés y esto es algo que empeora nuestra salud de forma notable.
- Además, el estrés y la sensación de estar agobiados hace que adoptemos un estilo de vida sedentario, con falta de actividad física. Esto puede derivar incluso en una situación de sobrepeso, otro de los factores de riesgo al hablar de enfermedades cardíacas.
- El estrés por sí solo también puede afectar al corazón de varias formas cuando es una situación prolongada en el tiempo. Esto aumenta nuestra presión arterial, así como la cantidad de colesterol y triglicéridos en sangre.
Leyendo todo esto, habrás podido comprobar que una buena gestión del estrés puede ayudarte a reducir y prevenir el riesgo de cardiopatías, puesto que una salud psicológica positiva conlleva un menor riesgo de este tipo de enfermedades.