Vacunarse contra COVID-19 es una herramienta importante en nuestra lucha contra la pandemia. Si bien es imperativo que todas las personas estén al tanto y bien informadas sobre las vacunas, también existen ciertas precauciones, lo que se debe y no se debe seguir para que la vacuna haga bien su trabajo, una de las principales es proteger su sistema inmunológico.
La eficiencia del sistema inmunológico
Si bien las vacunas funcionan impulsando nuestra respuesta inmune contra el patógeno, gran parte de su estrategia de prevención también depende de nuestra propia inmunidad natural. La eficiencia de nuestro sistema inmunológico también determina qué tan rápido o bueno funciona una vacuna en nosotros.
Por lo tanto, al igual que lo hemos estado haciendo durante el curso de la pandemia, también debemos tomar medidas serias para mantener la inmunidad.
Por lo tanto, a continuación te contamos 5 de estas medidas para que la vacuna COVID funcione de manera eficiente en ti y tus pacientes:
REDUCIR CONSUMO DE ALCOHOL
La única precaución que se les ha pedido a las personas es que sigan después, y preferiblemente antes de la vacunación. Es reducir la ingesta de alcohol, lo que puede disuadir o limitar el funcionamiento de la vacuna en las primeras semanas.
El alcohol es malo para el hígado y también atenúa la respuesta inmunológica del cuerpo. Algunas investigaciones también dicen que el alcohol también puede dificultar que el sistema inmunológico del cuerpo defienda al cuerpo contra los gérmenes o infecciones. Más aún, también puede hacer que una persona sea vulnerable a una serie de trastornos transmisibles. Así como al COVID-19. Por lo tanto, sería una buena idea frenar el consumo de alcohol y de tabaco.
EVITA EL ESTRÉS
El estrés nunca es bueno para el cuerpo y también puede limitar la respuesta inmunológica.
Cualquier estrés crónico o prolongado puede aumentar el nivel de cortisol y el estrés oxidativo en el cuerpo. Disminuir el nivel de linfocitos (glóbulos blancos que participan en la evasión de la infección) y hacerlo más propenso a contraer infecciones. Por lo tanto, cuanto más estresado se esté, mayores serán las posibilidades de enfermarse.
El estrés agudo también puede alterar los resultados de salud y la respuesta inmunitaria. Por lo tanto, antes de que el paciente se vacune, debe asegurarse de estar libre de estrés y consciente de la inoculación.
DIETA BALANCEADA
Recuerda, si bien las vacunas no funcionan al instante, comer alimentos nutritivos y bien cocidos que incluyan muchos antioxidantes, vitaminas y minerales es una buena manera de mejorar la inmunidad. Además de mantenerse saludable y respaldar las funciones vitales del cuerpo, lo que ayudará a cumplir la respuesta inmune adecuada cuando se administra una vacuna.
DORMIR LO SUFICIENTE
A menudo descuidamos el valor de dormir bien en nuestra inmunidad, y ese es uno de los errores más grandes que comete mucha gente. Un sueño de buena calidad e ininterrumpido (7-8 horas al día) es imprescindible para un sistema inmunológico sano y fuerte. El sueño es el momento en que el cuerpo se desintoxica, las células se regeneran y tienen lugar muchos procesos corporales cruciales. En la falta de sueño, una persona puede experimentar mucho estrés, lo que nuevamente es malo para su inmunidad.
De hecho, los expertos también han descubierto qué dormir bien también puede hacer que las vacunas funcionen de manera eficiente.
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