En los últimos tiempos, la telemedicina ha ido creciendo de forma exponencial. Cada vez son más las clínicas, hospitales, aseguradores y profesionales que apuestan por incorporarla en sus infraestructuras. Aunque, es cierto que aún existe un importante sector de la población general y un número de profesionales médicos que aún se siguen resistiendo a ella. Quizá esto sea debido a los principales mitos que existen y que, a continuación, intentaremos desmentir.
1.- La telemedicina es impersonal
Muchas personas han afirmado que las consultas médicas que se llevan a cabo de forma telemática son más distantes e impersonales que las presenciales. Aunque la realidad es diferente. Cuando los profesionales sanitarios y sus pacientes se reúnen a través de una videoconsulta, ambos se esfuerzan mucho más en concentrarse en la conversación y se prestan más atención de forma mutua.
2.- Es más cara
Esto era algo real en el pasado, ya que muchas personas aún no tenían acceso a ciertos dispositivos, algo que es muy raro que, en la actualidad, ocurra. Hoy en día, la telemedicina es accesible para casi todo el mundo y una de sus múltiples ventajas es que convierte a los hospitales y empresas proveedoras de servicios en más eficientes, reduciendo así costes, tiempo de desplazamiento y disminuyendo las ausencias.
3.- La telemedicina no es de buena calidad
Gracias al vídeo en alta definición y la excelente conexión de la que gozan la gran mayoría de dispositivos electrónicos, las videoconsultas, actualmente, pueden replicar, casi al completo, una visita en persona, sobre todo en los casos en los que el contacto físico no es imprescindible. Además, los médicos y pacientes pueden asistir a las teleconsultas con mayor frecuencia que en las sesiones cara a cara.
4.- Los médicos no son reales
Hoy en día, aún existe la creencia de que las consultas a distancia son manejadas por bots o por médicos no capacitados. Incluso, muchas personas, piensan que la persona que les atiende ni siquiera es médico. Aunque esto es algo que no es real.
Las plataformas de telemedicina ofrecen la posibilidad de contactar con un médico según su especialidad y acceder a una información completa y detallada sobre la experiencia de este, así como de su formación en un determinado campo. Incluso para que un profesional sanitario puede utilizar la plataforma de telemedicina, debe mostrar su número de colegiado y este es revisado para autenticar la identidad del profesional.
5.- Las vidoconsultas de telemedicina no son seguras
En nuestras vidas, en los últimos años, el concepto de privacidad ha ido ganando terreno. Una plataforma de telemedicina fiable debe resguardar totalmente la privacidad del paciente, así como todos sus datos personales, bajo un sistema de seguridad avalado a nivel internacional.
Las relaciones que se establecen a través de telemedicina no implican el uso de tecnologías convencionales, sino que están cifradas de extremo a extremo y se llevan a cabo a través de plataformas que se adhieren al 100% a la normativa HIPAA y al Reglamento General de Protección de Datos, al igual que lo hacen las visitas médicas presenciales.