Cuando mis hijos estaban chicos seguramente pensaban que mi nombre de pila era “No” y mis apellidos “Tengo Tiempo”. Conocían a la perfección mi mayor debilidad, mi gran sentimiento de culpa, mismo que durante años cargué como distintivo por trabajar fuera de casa y hasta cierto punto desafiar los “roles” tradicionales de nuestra sociedad.

Obvio, durante un tiempo mis hijos me sacaban hasta la sonrisa. Felizmente al final del día comprendí que el mirreynato de mis querubines debía terminar y el “golpe de estado” finalizó sin mayores bajas, siendo el resultado final una mayor distribución de responsabilidades.

Para la mayoría de nosotras la variedad y cantidad de actividades en nuestra jornada son las que terminan por desquiciarnos antes de salir de casa.

1. Identifica que desperdicia tu tiempo en todos tus entornos

Para hacer esto apunta durante varios días todas las actividades que llevas a cabo y cuánto tiempo te lleva realizarlas. Lo anterior te servirá para darte cuenta que pasamos mucho tiempo haciendo cosas que no deberíamos hacer.

Si alguna actividad no te resulta redituable, tanto económica, como física y emocionalmente, trata de no realizarla más.

Piénsalo de la siguiente manera, tú eres el “banco”, banco al cual todo el mundo acude a retirar fondos y tus métodos de inversión no están de ninguna forma optimizados (tu tiempo), situación que puede terminar por llevarte a la bancarrota, ¿cierto?

Hace algunos años una persona muy sabia me dijo lo siguiente: “piensa cuánto vale tu hora de trabajo y si lo que tienes que hacer no se compara, busca otra forma de hacerlo”.

Lo anterior puede sonar frío y mercantilista, cierto; sin embargo, mientras más pensé en sus palabras más cobraron sentido para mí con el paso del tiempo.

2. Divide y vencerás

¿Qué es lo primero que haces por la mañana?

La gran mayoría de nosotras organizamos  a la tropa. Recuerda que no tienes que ser la Mujer Maravilla y tratar de hacerlo todo por tu propia cuenta. Delega. Enséñales a todos en casa sus responsabilidades matutinas. Un chico se puede levantar solo y alistarse para ir a la escuela a partir de los 7 años.

¿Tienes que llevarlos?, haz una ronda.

Yo tenía una ronda de 3 a 4 mamás que nos turnamos para llevar y traer a nuestros hijos; cuando estaba de guardia y salía tarde contaba con la ayuda de una amiga de confianza que los recogía y los llevaba a su casa. Siempre hay alguien que nos pueda echar la mano, sólo basta preguntar.

¿Cuánto tiempo pierdes en ir al súper a la semana?

Suena trivial, pero deja de serlo cuando te das cuenta que son varias horas de tu vida a la semana; en todo el circo de ir al súper pierdes entre una y dos horas de tu vida.

Ir al super diario es una locura. Piensa que podrías hacer con ese tiempo. Haz listas de despensa y súper organízate.

También considera planear menús semanales, si tienes tiempo cocina el fin de semana y congela, o bien llega a un acuerdo con alguien que te ayude con dicha labor.

¿Tienes que manejar diario?

Considera lo siguiente, en promedio en la #CDMX pasamos 2 horas al día atorados en tráfico, 40 horas al mes. ¿Tienes opciones de tener un acuerdo entre colegas para hacer viajes compartidos? Piensa lo qué puedes hacer en el trayecto.

3. Minimiza interrupciones

Puede parecer absurdo, pero quienes más tiempo nos quitan generalmente son nuestros colegas y la tecnología que usamos diariamente.

No permitas que cosas irrelevantes te distraigan, entrena a tus internos a establecer prioridades, a discernir entre lo que es una urgencia y lo que es una verdadera emergencia.

Socializa cuando sea prudente

Apaga las alarmas de tu teléfono, no necesitamos ver todos los whatsapp del grupo de la primaria. Limita a contestar correos 2-3 veces al día.

4. Crea una lista de prioridades

Los gurús de manejo de tiempo sugieren que dividas tus pendientes en 3 columnas.

La primera columna es en donde organizas las cosas que debes de hacer inmediatamente. En la segunda apuntas aquellas actividades que te puedes llevar una semana en hacer y la tercera es donde van tus proyectos a mediano y largo plazo.

5. Reclama tu tiempo personal

Haz una cita en tu agenda contigo misma. Si está en tu agenda tienes que respetar tu tiempo.
Busca cosas que te satisfagan y te den tranquilidad fuera de la profesión, en varios artículos que he leído a través de los años todos mencionan lo mismo, que existe una paradoja, entre más diversas las actividades e intereses que tenemos fuera de la medicina, más desarrollamos la capacidad de pensar en ideas y proyectos que son innovadores y aumentan nuestra satisfacción profesional y personal.

La meta de todo ser humano es encontrar un balance entre todos los aspectos de nuestras vidas. El secreto es entender que a veces las prioridades pueden cambiar sin aviso y lo sano es aceptar el cambio como un proceso de crecimiento.