En muchos sentidos, la relación médico-paciente se considera mayoritariamente unilateral: médicos que poseen conocimientos. Así como pacientes con menos información médica, los cuales se encuentran en una posición en la que necesitan la ayuda y orientación de un para manejar sus problemas de salud.
En consecuencia, tradicionalmente se ha percibido que la transferencia de información y los consejos fluyen principalmente en una dirección: del médico a los pacientes.
Sin embargo, esta relación de poder única entre pacientes y médicos contradice el hecho de que los médicos pueden, y de hecho deben, aprender de sus pacientes si quieren realizar el principio fundamental de la medicina de establecer asociaciones de cuidado con ellos que prioricen la dignidad humana básica y el respeto, y fomenten atención amable y compasiva. Y que aprender de los pacientes tiene el potencial de impactar quiénes somos como médicos y humanos, y puede afectar profundamente nuestro bienestar personal.
Aquí hay 5 cosas que los médicos aprenden de sus pacientes todo el tiempo según KevinMD:
- Valentía
Las personas son valientes y tienen una notable capacidad de resiliencia. Los pacientes soportan valientemente enfermedades terribles y se niegan a rendirse ante la adversidad. Ya sea que estemos hablando de cáncer, enfermedades cardiovasculares discapacitantes o infecciones. Los pacientes inspiran con su valentía y determinación.
2. La familia lo es todo.
La forma en que vemos a las familias unirse durante tiempos de enfermedad para apoyarse mutuamente, nos recuerda a través de todo el “ruido de fondo” que ocurre durante el ajetreo y el bullicio de la vida diaria.
Demuestran que es realmente cierto que nada en absoluto se antepone a la familia y los seres queridos. Son los únicos que importan y te apoyarán durante esos malos momentos.
3. Las cosas pueden cambiar en un instante
La enfermedad ataca de la nada. En un minuto todo está bien y parece que no te preocupas en el mundo (o lo que te importa ahora parece trivial), y luego todo se trastorna con un diagnóstico de shock. Le puede pasar a cualquiera.
4. Lo que hacemos importa.
La práctica de la medicina, a pesar de todos sus desafíos, sigue siendo una profesión muy importante y especial. Los médicos (y también las enfermeras) tienen la oportunidad de hacer más bien en un día que la mayoría de las personas en un mes.
Podría ser volver a ver a su paciente nuevamente, reconfortarlo y consolarlo, o hablar sobre algo que es importante para él. Es fácil para los médicos olvidar esto mientras revisan sus listas de pacientes, pero los pacientes recuerdan y aprecian cada interacción agradable.
5. La vida es corta.
¿Cuántos pacientes ancianos nos hablan de “desear ser 50 años más jóvenes” o cambiar la forma en que hicieron algo hace años? Si hacer lo que hacemos no nos da perspectiva y nos obliga a tener nuestras prioridades correctas, ¡nada lo hará! E
Es un cliché, pero la vida es realmente corta, y lo que queramos hacer, nos lo debemos a nosotros mismos y ser felices. Disfruta de las pequeñas cosas y no te arrepientas.
La atención médica siempre se centrará en las relaciones personales y será un ámbito emocional en el que trabajar.
Como dijo el propio Hipócrates hace más de dos milenios, “es más importante saber qué tipo de persona tiene una enfermedad que saber qué tipo de enfermedad tiene una persona”.
En ese entonces era cierto y sigue siendo cierto. Cada médico tiene historias que contar sobre pacientes increíbles que ha conocido y que les han inspirado.
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