El cardiólogo es el encargado de cuidar un órgano como es el corazón. Este profesional sanitario sabe cómo prevenir, tratar y curar la patología cardíaca. Aunque el corazón es algo más que un órgano vital que late y reparte sangre por nuestro organismo.
Siempre entendemos que cuando ponemos el corazón, ponemos el alma y, con ello, lo mejor de nosotros. Cuidar el corazón no solo es cuestión de salud física y de buenos hábitos de vida. También se trata de cuidar nuestra salud emocional. Si quieres empezar a cuidarlo, a continuación te vamos a ofrecer algunos consejos clave a poner en práctica.
1.- Cuidar de personas para cuidar tu corazón
Es importantísimo quererse a uno mismo pero esto no significa que tenga que ir en detrimento de cuidar a los demás, ya que esta es nuestra naturaleza. Estamos hoy aquí porque hemos cuidado los unos de los otros, porque hemos vivido en tribu.
2.- Ser bondadoso
Esto consiste en rodearnos de buenas personas. Aunque sea por el propio contagio, todo se pega. Cuando trabajas y convives con personas buenas, tu confianza en la bondad de la gente aumenta. Te acostumbras así a que te traten bien, a que te sean leales, a que te quieran ayudar y agradar. Tener la experiencia de estar rodeado de gente buena nos hace mejores.
3.- Generosidad para cuidar tu corazón
Aunque muchas personas no lo creen, vivimos para algo y nuestra vida tiene mucho sentido. Las personas generosas gozan de un mayor compromiso con la vida y tienden a simplificar más los problemas personales. Además, las personas generosas tienen un corazón sano, fuerte, sencillo y normalmente más grande, ya que cuando comparten y se dan, el corazón se dilata.
4.- Poner en práctica el perdón
Todos somos personas limitadas, con defectos y vulnerables. Nuestras imperfecciones hieren y dañan a los demás y producen sombras en la convivencia. Ser consciente de ello nos llevará a pedir perdón cuando nos equivoquemos, sin ningún complejo y a saber disculpar los errores de los demás. Las personas que no tienen ningún problema en pedir perdón se asemejan más a los niños por su descomplicación y poseen una mayor belleza interior.
5.- Desarrollar la empatía para cuidar el corazón
Podríamos evitar un sinfín de conflictos si en lugar de argumentar para llevar la razón tratáramos de hacerlo para hacernos entender. Las personas con un corazón grande no necesitan llevar siempre la razón, no necesitan imponer, no necesitan ser tajantes, inflexibles o violentas.
Ten en cuenta que la empatía no implica ceder ante lo que no compartes sino que significa solo entender por qué se siente así la persona o por qué ha llegado a conclusiones diferentes a las tuyas.