Aunque existen enfermedades de alto riesgo también hay otras que no son mortales pero sí afectan la calidad de vida. En este segundo rubro se encuentra la dermatitis atópica. No solo es relevante por su alto riesgo sino porque, a la fecha, no existe una cura. Pero lo que sí hay son tratamientos médicos que ayudan a su control y evitan que el problema se vuelva más peligroso.
Tan solo para tener en cuenta, en México ya es un problema de salud pública que afecta al 20 por ciento de la población. Mientras que dentro de los adolescentes está presente en cuatro de cada 10 jóvenes. Su origen está relacionado con la inflamación tipo 2, es decir, una respuesta exagerada del sistema inmune ante alérgenos u otros factores que, a nivel físico, desencadenan erupciones cutáneas, resequedad, comezón intensa, enrojecimiento de la piel e incluso sangrado.
Las personas que viven con dermatitis atópica podrían pensar que hay poco por hacer cuando constantemente presentan molestias como resequedad, comezón intensa y erupciones en la piel; sin embargo, controlar esta enfermedad crónica e inflamatoria de la piel sí es posible.
Aspirar a una mejor calidad de vida es un propósito de año nuevo alcanzable, que puede lograrse con constancia y disciplina. Por ello, compartimos cinco recomendaciones que pueden ser de gran ayuda para lograr tener la dermatitis atópica bajo control en este 2022.
Una enfermedad que nunca se debe subestimar
De acuerdo con la Dra. Ana del Carmen García, médico internista con especialidad en alergología e inmunología y gerente de enlace médico de Sanofi Genzyme, es un mito que la dermatitis atópica es un trastorno pasajero que solo se cura con la aplicación de cremas.
Por lo anterior, es importante que las personas acudan con un médico especialista en este tipo de enfermedades como un dermatólogo o un alergólogo para obtener un diagnóstico certero y oportuno, así como el tratamiento adecuado.
Una ducha tibia y corta
La ducha puede ser diaria, pero debe ser de corta duración, de preferencia que no exceda de 15 minutos. Se recomienda agua tibia y evitar frotarse la piel con esponja o guante de baño.
De igual forma, como parte de la rutina del baño, se debe secar con una toalla de algodón, con ligeros golpecitos, evitando frotar la piel.
Hidratación en diferentes momentos del día
Recordemos que un efecto importante de la dermatitis atópica es la alteración de la barrera cutánea por lo que hay menor cantidad de ácidos grasos o ceramidas que se encuentran naturalmente en la piel. Por ello, es de gran relevancia mantener la piel hidratada a lo largo del día, aplicando crema en la piel cada cuatro horas. Hay cremas con formulaciones específicas para dermatitis atópica que son más ricas en ácidos grasos y evitan infecciones bacterianas.
Incrementar el nivel de hidratación durante el invierno es también de suma importancia pues la piel atópica se reseca con mayor facilidad por efecto del frío, así que, en estos primeros meses del año, la hidratación será esencial para las personas con dermatitis atópica.
Uso de ropa de algodón
Se recomienda ampliamente utilizar ropa de fibra de algodón, y mucho mejor si es orgánico ya que, gracias a la ausencia de elementos químicos, garantiza la óptima transpiración de la piel. En la misma línea, hay que evitar usar ropa de lana, con encajes o de fibras sintéticas ya que causan mayor picor. La ropa holgada también sienta mucho mejor a las personas con dermatitis atópica.
En el proceso de lavado de ropa o sábanas, se recomienda lavar con agua tibia, usar detergente líquido, sin perfumes, y evitar los suavizantes ya que contienen agentes sintéticos.
Apoyo psicológico
A este respecto, la Dra. García comenta: “aunque la dermatitis atópica tiene un componente inmunológico, también hay una afectación psicológica importante. La comezón intensa y la necesidad de querer rascarse todo el tiempo, hasta el punto de sangrarse, provoca constante estrés, angustia y ansiedad en los pacientes”.
En muchas ocasiones, la comezón se presenta de día y de noche, por lo que se afecta la calidad de sueño y en consecuencia la productividad en la vida escolar o laboral, derivando en depresión y aislamiento social. De ahí que el apoyo psicológico con un médico y con grupos de pacientes, es ideal para las personas con dermatitis atópica.