Normalmente, al pensar en las batas de médicos, a cualquier persona no relacionada con el sector sanitario, lo cierto es que la primera imagen que se nos viene a la cabeza es la de la típica que bata blanca que se usan en los laboratorios aunque es cierto, que no es su único uso ya que, cada vez, se utilizan más para proteger a quienes las llevan.
Si eres enfermera/o, médico/a o cualquier persona relacionada con el sector salud, desde la web Naisa, experta en la venta de ropa de trabajo, nos han ofrecido una serie de consejos clave y aspectos a tener en cuenta para elegir la mejor bata de médico para que la elección sea perfecta. Si estás interesado/a en adquirir una bata de laboratorio, a continuación te ofrecemos una serie de consejos clave para comprar la correcta.
Tipo de manga
Existen batas de manga larga y manga corta. Lo normal es que se usen casi al 100 por ciento las de manga larga ya que se cumple con la normativa vigente y ayudan a proteger los brazos y es que siempre hay que pensar que toda protección es poca.
Cubrir el cuerpo
En el sector sanitario (y más ahora que la Covid-19 está más presente que nunca) es importante que el máximo de partes de tu cuerpo queden cubiertas. Además de ser de manga larga, debes intentar que sea lo más larga posible. Así que la mayoría que vas a encontrar suelen llegar hasta las rodillas.
Abrochada
La mayoría de las batas va con botones pero, según la especialidad, también se pueden encontrar de otros tipos como las que se atan por detrás o las que no tienen cierres y se meten por la cabeza.
Cierres
Los cierres no significan la forma de abrocharse sino cómo se cierran las partes del cuello o puños. Algunas veces quedan abiertos, dependiendo de la actividad variará un poco. Lo ideal es que tengan una goma elástica para evitar que puedan colarse algunos según qué materiales o sustancias.
Material
En este aspecto puedes encontrar batas de médico o la de materiales clásicos como la lana o el algodón aunque también las hay de fibras sintéticas que son capaces de proteger de radiaciones o chispas eléctricas y que si entran en contactos con materiales disolventes pueden salir perjudicadas y también te pueden afectar. El peligro aumenta si trabajas con fuego, ya que arderían rápidamente.
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