Ser médico ofrece múltiples recompensas como ver la recuperación de un paciente y tú lo sabes bien. Observar la evolución de una persona a la que atendiste y que te agradezca por tu trabajo provoca sentimientos que no se pueden describir. Es una satisfacción que no se presenta con frecuencia en otras profesiones. Aunque también se debe tomar en cuenta que existen otros puntos adversos a los que están expuestos todos los profesionales de la salud. Al respecto, no es un secreto que el estrés se encuentra presente en más de la mitad de los médicos. Los motivos varían mucho pero especialmente se debe a la presión constante a la que deben trabajar. Es un trabajo en el que cualquier decisión implica consecuencias de todo tipo e inclusive algunas de ellas pueden significar la diferencia entre la vida y la muerte. De igual forma, se debe tomar en cuenta a los familiares de los pacientes. Muchos de ellos no logran comprender que los médicos son humanos y les exigen demasiado. Además no siempre los dejan trabajar en paz y eso también impacta en el estado de animo de los galenos.
Estrés dentro de la práctica médica
Sumado a lo anterior, se debe considerar el actual ambiente que envuelve a México y el resto del mundo. La pandemia de Covid-19 ha generado una crisis de estrés y nerviosismo en gran parte de la población. Al mismo tiempo, eso se extiende a los médicos, quienes ahora enfrentan jornadas de trabajo todavía más extenuantes y agotadoras que en el pasado. Y por si no fuera poco, también se encuentra el riesgo constante a ser infectados por el contacto que mantienen con los pacientes. Con base en la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 75 por ciento de los médicos sufren de estrés laboral. Aunque ahora se teme que la cifra aumente a partir de la pandemia. No es un tema menor porque no sólo está en riesgo la integridad de los profesionales de la salud sino que se genera un círculo vicioso que no tiene fin.
Médicos estresados, con mayor riesgo a equivocarse
Cuando un médico vive con estrés, su rendimiento al interior del consultorio disminuye. No puede ofrecer la misma atención que un colega que se encuentra tranquilo. Además las probabilidades de cometer errores se incrementan y dentro del quirófano eso es bastante grave. Por lo tanto, también tiene un impacto directo en los pacientes que acuden a un hospital o unidad médica. Por todo lo anterior, combatir el estrés médico no sólo beneficia al personal sanitario sino también a los propios pacientes. Pero entonces la pregunta lógica es cómo se puede evitar padecer este inconveniente dentro de una profesión tan complicada. Para conseguirlo te compartimos algunos consejos que debes de poner en práctica.
1) Toma breves descansos dentro de tu jornada diaria
Los médicos tienen un alto nivel de responsabilidad; sin embargo, en exceso es contraproducente. Para evitar sufrir de estrés o fatiga mental procura tomar breves descansos de máximo cinco minutos cada cierto tiempo dentro de tu jornada diaria. Puedes aprovechar los períodos entre consultas para relajar tu mente. Intenta olvidarte de tu actividad cotidiana y estabiliza tu mente. De esta manera vas a renovar tu energía y así vas a conseguir tener un mayor rendimiento.
2) Delega funciones a tu equipo de trabajo
Como médico eres el líder dentro del consultorio, aunque nunca debes de cometer el error de querer hacer todo tú solo. Tienes un equipo de trabajo y debes confiar en las capacidades de cada uno de ellos. Al delegar funciones se logra una repartición de actividades equitativa y así evitas tener una excesiva carga laboral. Al final también es una estrategia para conseguir cumplir con las metas.
3) Aprovecha tus vacaciones
El trabajo de médico es bastante desgastante, pero si ya tienes derecho a tomar unas vacaciones entonces no lo dudes. Tomas unos días libres para salir a algún lugar relajante o simplemente disfruta de tu hogar sin la presión de tener que trabajar. Al final te ayudará para regresar motivado a tu vida laboral.
4) Realiza actividades físicas
Una de las mayores indicaciones que haces a tus pacientes es que deben realizar ejercicio, por eso hay que predicar con el ejemplo. Recuerda que la práctica de actividades físicas ayuda a disminuir los niveles de estrés. No es necesario que te conviertas en un atleta profesional sino simplemente dedica unos minutos de tu día para ejercitar tu cuerpo. Un hábito saludable es caminar lo más que sea posible en tu regreso a caso o rumbo al hospital.
5) Convive con otros médicos
Ser un médico profesional no implica encerrarte en tu mundo e ignorar todo lo que sucede a tu alrededor. Recuerda que también tienes derecho a tener vida fuera del consultorio. Aprovecha para salir con tus ex compañeros de la escuela o con otros médicos que conozcas. Además de fomentar tu entorno social también es una manera sencilla para disminuir tus niveles de estrés.
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