Es un hecho que los pacientes que no regresan a tu consultorio, representan pérdidas monetarias para tu bolsillo. En cambio, aquellos que regresan y confían en ti, suponen una gran fuente de rentabilidad.
Cuando hablamos de una empresa de salud, la popularidad o reputación de ésta se basa en buena parte en las recomendaciones que tus pacientes hacen de ella, para bien o para mal. En este sentido, no olvides que la mejor publicidad es la que realizan los “clientes” satisfechos con tu servicio.
Así que, si deseas mantener una base sólida de pacientes, toma en cuenta los siguientes tips:
Cuida la atención al paciente
- En cada consulta te enfrentas a un “momento de verdad”, en el que pones a prueba tu relación con ellos. Aunque no lo creas, la mayoría de las veces los detalles pueden hacer la diferencia, por lo que sería irresponsable de tu parte que los dejes al azar. Investiga más sobre los procesos de atención al cliente.
Sé empático
- En ocasiones, con la finalidad de establecer procesos eficientes que permitan la relación con los pacientes, muchas empresas se olvidan de cuidar las relaciones personales, optando por una atención automática eligiendo protocolos bastante rígidos que convierten a los empleados en robots. Sin embargo, el contacto persona a persona continua siendo una de las grandes herramientas que las empresas de salud pueden consolidar para ganarse la confianza de sus pacientes.
Retroalimenta
- Consigue información sobre tu desempeño, puntos débiles y áreas de oportunidad o mejora. Puedes tener reuniones con tu equipo de trabajo, realizar encuestas posconsulta o pedir la opinión de tus pacientes a través del email o las redes sociales.
Comunicación digital
- Haz que la tecnología se convierta en tu aliada a bajo costo para mantener una comunicación dinámica con tus pacientes. Usa una página web, redes sociales o correo electrónico para dar a conocer las novedades, las promociones de tu empresa de salud, o mandar mensajes personalizados a tus pacientes.
Recupera pacientes perdidos
- Si un paciente que te visitaba con frecuencia deja de hacerlo, averigua el motivo y busca una solución. Ofrécele descuentos, beneficios o simplemente pide disculpas si algo hizo enojar a tu paciente.