Caminar descalzos, se ha convertido en una técnica terapéutica poco explorada, que sirve para calmar dolores y mejorar la salud en general. Es bien sabido que los pies están llenos de terminaciones nerviosas, que al tener contacto directo con superficies naturales estimulan la circulación periférica, aportando beneficios terapéuticos a todo el organismo.
La madre tierra está dotada de electrones que se absorben a través de las plantas de los pies y las palmas de la mano, ayudando al buen funcionamiento de órganos y tejidos. A la vez que, mejora la función celular de todo el cuerpo, como si tomáramos antioxidantes naturales, que al entrar al cuerpo aumentan el estado de bienestar.
Los campos energéticos de la tierra mejoran la salud
Los seres humanos somos organismos que vivimos y dependemos de la tierra, pero por ideas fabricadas usamos calzado todo el tiempo, desconectándonos de ella por completo. Sin pensar, que de esta manera estamos permitiendo la proliferación de diversos trastornos de salud, causados por la inflamación de los órganos al no poder liberar la energía estática del espectro físico.
El cuerpo humano es un cumulo de circuitos eléctricos que de alguna manera necesitan un cable conectado a tierra, de la misma manera que lo hacen los aparatos eléctricos para no explotar. Por eso, los estudios clínicos destacan los beneficios terapéuticos que obtenemos al caminar descalzos, para paliar diversas dolencias que pueden ser generadas por el uso de dispositivos electrónicos.1
- Cuando nos conectamos a tierra se produce una trasferencia de partículas que influyen en el cuerpo, acabando con el origen de muchas de las inflamaciones. Ayudando a disminuir el dolor, los riesgos de los procesos degenerativos y la oxidación de las células.
- Gracias a que activa el sistema nervioso parasimpático, reduciendo la ansiedad y angustia. Así mismo, ayuda a mantener a raya la secreción de hormonas estresantes, la presión arterial y la frecuencia cardiaca, mejorando las condiciones de salud del corazón y el cerebro.
- Sincroniza los ciclos circadianos. Facilitando el buen dormir y aportando vitalidad y concentración en las horas de vigilia. Sobre todo, porque la descarga de electricidad en la tierra es benéfica, porque repele los efectos negativos de la concentración de campos electromagnéticos.
- Disminuye los riesgos cardiovasculares. Debido a que, andar descalzo reduce la hiperactividad crónica del sistema nervioso, la viscosidad de la sangre y la prevalencia de arritmias, convirtiéndose en un factor protector del corazón.
- Terapia emocional. Al cuidar el equilibrio eléctrico se posibilita la regulación del sistema nervioso autónomo, aumentando la capacidad de pensar en forma positiva, la toma de decisiones asertiva y la manera resiliente de enfrentar la vida.
Los beneficios terapéuticos que obtenemos al caminar descalzos para nuestra salud y bienestar son extensos Y aunque a veces exista en el ideario publico una resistencia a integrar pensamientos novedosos para cuidar la salud, que se salen del entorno de los medicamentos. La ciencia ha demostrado la utilidad de tener contacto con la tierra.
Por tanto, aprovechar el césped, la arena o las rocas, para caminar con los pies desnudo, libera el organismo de la carga generada por los dispositivos electrónicos y demás aparatos presentes en la cotidianidad, recuperando la salud. Y, lo mejor, sin necesidad de receta médica.
Referencias:
- 1. Clinton Ober, Stephan Sinatra, Martín Zucker. Earthing Con los pies descalzos. Editorial Sirio;2012.