A nivel mundial, la enfermedad del Alzheimer (EA) es la primera causa de demencia de origen degenerativo. Asimismo, dentro de estas patologías, es la más conocida y estudiada, a pesar de que aún persisten diversos aspectos por dilucidar.
Es bastante frecuente que tanto los pacientes, como su entorno cercano, accedan a información poco veraz al respecto. Esto, por tanto, complica el panorama del Alzheimer.
Si quieres tener más claras, algunas dudas que suelen surgir frente a la enfermedad, a continuación te vamos a ofrecer algunos aspectos del Alzheimer que se suelen malinterpretar.
1.- La genética influye en el Alzheimer
Si es cierto que la EA tiene un componente hereditario, también lo es que está considerada una enfermedad multifactorial. Esto implica que, para que se desarrolle, deben interactuar varios factores involucrados en su ocurrencia y no solo uno de forma aislada. Dentro de los factores de riesgo, el más importante en la edad. Es más frecuente que se de después de los 65 años, en sexo femenino y cuando existe síndrome de Down.
2.- La EA y la senectud
También es un error frecuente pensar que la enfermedad del Alzheimer solo aparece en personas de edad avanzada. Existe una variante de la demencia en la que los síntomas comienzan en los jóvenes y es que las manifestaciones clínicas pueden debutar desde los 30 años de edad.
3.- ¿Es efectivo el tratamiento contra el Alzheimer?
Una de las cosas que más temor le da a los pacientes y familiares es que, actualmente, no se cuenta con una cura para el Alzheimer. Aún así, hay fármacos prescritos para minimizar los síntomas cognitivos, aunque sin ofrecer una solución definitiva. Esto ha llevado a que, en ocasiones, se postergue la instauración de un tratamiento precoz. Reina la suposición fatalista de que la progresión es inevitable.
4.- ¿Es posible prevenir la enfermedad?
Existen muchas opiniones diferentes al respecto. Muchas publicaciones comparten dietas milagrosas, ejercicios físicos definitivos y terapias alternativas mágicas sobre cómo evitar que se desarrolle la patología. Aunque ninguna de estas opciones ofrece una contribución realista a la prevención del Alzheimer, puesto que su origen es multifactorial.
5.- La EA no define al paciente
LA percepción que tienen los pacientes respecto a su enfermedad no es otro aspecto relevante. Algo tan agobiante como el diagnóstico en sí, y con lo que deben lidiar los pacientes en fases tempranas, es la presunción de sus allegados de que la EA significa la desintegración de la independencia. Aunque esta reacción puede ser, en inicio razonable, debe evitarse. La pérdida cognitiva es progresiva en el tiempo, por lo que la personalidad del paciente no se evapora con el diagnóstico.