Las investigaciones científicas a través de los años han descubierto grandes propiedades en los alimentos que favorecen la longevidad. Haciendo que la naturaleza y los hábitos saludables se conviertan en una dupla ganadora al combatir diversas enfermedades y ralentizar la oxidación natural de las cedulas.
Viviendo más años con salud
La expectativa de vida creció en los últimos años, Por eso, debemos buscar mecanismos para mantener la salud física y mental en equilibrio, a través de un estilo de vida que le agregue a los años vitalidad. Porque, no solo debemos buscar aumentar las fechas en el calendario, sino también disfrutarlas a plenitud.
En el libro “La dieta de la Longevidad”, el autor hace una recopilación de investigaciones científicas donde se muestran las bondades de diferentes alimentos que deben estar incluidos en el menú de cada día. De igual manera, da a entender la necesidad de erradicar de nuestras vidas los aditivos artificiales y demás componentes que no aportan nutrición al organismo, ya que, lo que se busca es vivir más años en forma saludable. (Valter)
- Ajo. Posee más de 2000 componente activos, entre los que se cuentan vitaminas, aceites esenciales, minerales, flavonoides y fructosanos, que estimulan el sistema inmune. Es antibiótico, antifúngico, antioxidante, anticancerígeno y antitóxico. Reduce el colesterol malo, mejora la circulación sanguínea, estimula los procesos digestivos, combate los virus y ayuda a desintoxicar el hígado.(Semana, 1992)
- Esparrago. Este vegetal tan poco valorado en nuestra cultura gastronómica, es un alimento rico en nutrientes que favorecen la longevidad. Tanto es así, que sus tallos contienen vitamina K, importante para los huesos y la coagulación de la sangre. Ácido fólico, esencial para la reparación del ADN, ayudando prevenir el cáncer y retrasar el envejecimiento.
- Chocolate negro. Consumir 1 o 2 onzas al día, es una recomendación que agrega años, ya que, es una gran fuente de energía, rico en antioxidantes y contiene acido nítrico, que relaja las paredes de las arterias, facilitando el flujo sanguíneo y mejorando la circulación sanguínea. Posee la propiedad de estimular el sistema nervioso central, mejorando la concentración.
- Contiene proteína de gran valor biológico, además, de otros componentes como el yodo, que ayuda a regular la función tiroidea. Sin embargo, se destaca por ser una fuente de Omega-3, que fortalece las arterias, repara los tejidos y baja la presión, permitiendo que el sistema circulatorio y el corazón funcionen bien por mucho más tiempo.
- Fruto originario de México, que con sus grasas monoinsaturadas contribuye a disminuir el colesterol malo, protegiendo el corazón. Y aunque tienen un aporte alto en calorías, su consumo moderado disminuye el riesgo de desarrollar canceres de próstata y ovarios, previene la degeneración macular, mejora la absorción de nutrientes y cuida la piel.
La calidad en la alimentación, el estilo de vida, la actividad física, las relaciones interpersonales, la higiene mental y los hábitos de sueño, marcan el camino para vivir más tiempo. Sobre todo, porque la longevidad depende en gran medida de la riqueza de los nutrientes que consumimos, ya que, al tener salud, podemos disfrutar de las nuevas experiencias, tener una mejor actitud frente a la vida y ser feliz.