Aunque es un tema sanitario de gran relevancia no se le ha prestado la suficiente atención que se merece. Nos referimos a la resistencia a los antimicrobianos que ya muestra fatales consecuencias pero los pronósticos a futuro son todavía peores. De mantenerse la tendencia actual se teme que pronto los medicamentos actuales dejen de funcionar. Por lo tanto, cualquier infección sería mortal.
Un problema de alto impacto
Al respecto, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ya cataloga a la resistencia a los antimicrobianos como una de las 10 principales amenazas de salud pública a las que se enfrenta la humanidad.
También menciona que el uso indebido y excesivo de los antimicrobianos es el principal factor que determina la aparición de patógenos farmacorresistentes. La falta de agua limpia y saneamiento, y la prevención y control inadecuados de las infecciones fomentan la propagación de microbios, algunos de los cuales pueden ser resistentes a los tratamientos actuales.
En ese sentido, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) menciona que los patógenos multirresistentes son responsables de un aumento en la mortalidad de los pacientes ingresados en los hospitales. Además ocasionan un gran aumento en los costos de salud por la prescripción de medicamentos más caros y la prolongada estancia hospitalaria. Estas infecciones hospitalarias afectan a los pacientes más frágiles. Mientras que en las unidades de cuidados intensivos, oncología y neonatología es donde suelen ocasionar una alta mortalidad.
Por su parte, tan solo en Estados Unidos se calcula que alrededor de 700 personas fallecen cada día a causa de infecciones por resistencia a los antimicrobianos. Mientras que las predicciones señalan que para el 2050 podría convertirse en la primera causa de muertes en todo el planeta, inclusive por encima de la diabetes y problemas cardíacos.
¿Qué pueden hacer los médicos con sus pacientes?
Para evitar que eso ocurra es prudente actuar desde hoy. Para conseguirlo se necesita de la unión de esfuerzos y tú como médico tienes un papel fundamental. No hay acciones pequeñas porque entre todas se pueden lograr grandes cambios.
Con lo anterior en mente, la Sociedad Mexicana de Medicina de Emergencia (SMME) comparte cinco consejos que deben aplicar los médicos dentro de su trabajo diario profesional. Todas son bastante sencillas y con una simple plática con los pacientes es suficiente para generar conciencia.
- Promover la constante limpieza de manos y equipo de trabajo para evitar infecciones.
- Prescribir antibióticos a los pacientes solo cuando sean necesarios.
- Notificar las infecciones resistentes a los antibióticos detectadas a los equipos de vigilancia.
- Informar a los pacientes cómo deben tomar los antibióticos prescritos, además de mencionar la resistencia que pueden desarrollar estos fármacos y los peligros de su uso indebido.
- Informar a los pacientes cómo prevenir infecciones (por ejemplo con vacunas, el correcto lavado de manos y cubrirse las manos al toser o estornudar).