El mundo enfrenta una de las crisis de salud más graves de la era moderna de la humanidad. Pero eso no es lo único porque también ha provocado un impacto directo en la economía y otros rubros. La vida ha dejado de ser como antes y tú lo sabes bien. Ahora se han tenido que adoptar estrictas medidas de protección e higiene para evitar contagios. Inclusive la realización de una consulta médica es bastante diferente a como era en el pasado.
Por su parte, ahora es momento de pensar en la manera en la que tú puedes cambiar y adecuar tu atención para adaptarte a las circunstancias. Lo peor que puedes hacer es permanecer estático porque si el mundo se ha transformado entonces tú debes hacer lo mismo.
Con respecto a la actual situación, el Senior Manager de Aruba Healthcare, Samuel Hill, comparte una lista con cuatro tendencias que todos los médicos deberían pensar hoy para brindar una mejor atención mañana.
La telemedicina llegó para quedarse
Uno de los principales impedimentos para atender a distancia a los pacientes es la capacidad de un sistema de salud para facturar el servicio. Muchos médicos han estado utilizando herramientas gratuitas como FaceTime u otras para hablar con sus pacientes durante bastante tiempo. Aun así, nunca fue un servicio que su práctica pudiera presentar para el pago. Ahora, con una guía que proporciona un camino hacia los ingresos para un sistema de salud, las visitas virtuales por voz y video con un proveedor ahora pueden normalizarse. La experiencia de recibir atención por voz y video ha sido bien recibida por muchos pacientes.
Se necesita un paso más para habilitar los dispositivos que brindan información de diagnóstico, como signos vitales, o seguimiento histórico de enfermedades como diabetes, hipertensión u otras. Estos dispositivos deben registrar el estado del paciente, lo que guía la atención clínica, y debe entregar esta información de manera segura al proveedor.
Personal distribuido
La atención médica también enfrenta pautas de distanciamiento social para los equipos basados en el lugar de trabajo, con nuevos mandatos para ajustar los espacios de oficina para acomodar y continuar permitiendo que las personas trabajen de forma remota. Con el trabajo remoto demostrando ser altamente efectivo, las organizaciones de atención médica pueden considerar el costo-beneficio del arrendamiento de bienes raíces o convertir el espacio de oficina existente en áreas clínicas. Si se puede adoptar con diligencia el trabajo remoto para el personal no clínico, se reduce la dependencia de recursos costosos como los metros cuadrados.
Mayor priorización de proyectos tecnológicos
Hoy en día, con la atención médica enfrentando un déficit presupuestario masivo debido a la Covid-19, no habrá suficiente para todos. Todos y cada uno de los proyectos se enfrentarán a un análisis adicional, con énfasis en proyectos que resuelvan problemas importantes o mejoren la experiencia del paciente.
Dado que no todos los proyectos serán financiados, el sistema de salud necesitará construir rápidamente una matriz para evaluar dónde asignar sus recursos limitados, de acuerdo con las necesidades específicas del sistema.
La salud de la población seguirá siendo una preocupación clave
Dado que casi todas las personas han sido afectadas de alguna manera por la Covid-19, una tendencia preocupante ha sido la decisión personal de retrasar la atención médica y el tratamiento de procesos de enfermedades manejables debido al riesgo de infección. Los sistemas de salud continuarán investigando formas de conectar a su población de pacientes con la atención experta que pueden brindar sus proveedores. Se probarán nuevos métodos para llegar a la comunidad y los pacientes generarán más datos que nunca para que el sistema los evalúe.
Al incorporar nuevas fuentes de datos en el historial médico de un paciente, el sistema puede afectar positivamente un plan de atención al recopilar y entregar.
La atención médica nunca se ha enfrentado a un desafío como la pandemia de COVID-19, y aunque el ataque inicial de la atención a los pacientes infectados podría estar disminuyendo, el arduo trabajo de adaptarse a la nueva normalidad apenas está comenzando.