La presión en el pecho, la tensión constante, los pensamientos en bucle a toda velocidad, dificultad para central el foco de atención, insomnio, etc., son los principales indicadores de ansiedad. En la actualidad, esta es una de las emociones que con mayor frecuencia experimenta la sociedad.
Se puede afirmar que la ansiedad forma parte de nuestro sano abanico emocional, una emoción derivada del miedo y que es totalmente adaptativa, natural y comprensible. Así que no debes plantearte el objetivo de eliminarla de tu vida sino darle la bienvenida y escuchar qué te quiere decir para poder resolverla. A continuación te vamos a ofrecer algunos ejercicios a poner en práctica para poder aliviarla.
Elaborar un pequeño diario emocional para aliviar la ansiedad
Esta práctica consiste en aprender a contestar a una serie de preguntas durante un mínimo de 10 minutos desde que sentimos la emoción. Lo que tendrías que apuntar sería:
- Describir cómo está tu cuerpo ahora mismo (ritmo cardíaco, expresión facial, pesadez, tensión muscular, temperatura, etc.).
- Buscar 1 o varias etiquetas emocionales que puedan describir esta sensación.
- Del 1 al 10, ¿cómo de agradable o desagradable es la emoción?
- ¿A qué te recuerda esta emoción? ¿En qué otros momentos de tu vida te has topado con ella?
- ¿Qué pensamientos te surgen?
- ¿Qué me quiere decir esta emoción? ¿Qué podría estar necesitando?
Dibujar tu emoción
Dibujar lo que estás sintiendo es una excelente técnica para expresar cómo nos sentimos cuando las palabras se nos quedan cortas o cuando la expresión verbal no es nuestro fuerte.
Cuadro de organización para aliviar la ansiedad
En ocasiones, la sensación de ansiedad es resultado de intentar llegar a todo aquello que creemos que se espera de nosotros y que nos exigimos. Para ello, un buen ejercicio puede ser clasificar nuestras responsabilidades y tareas en un cuadrante, diferenciando entre si en los siguientes tipos:
- Actividades urgentes e importantes.
- Actividades urgentes no importantes.
- Actividades no urgentes e importantes.
- Actividades no urgentes y no importantes.
Técnicas de desactivación del cuerpo
En ocasiones podemos sentir ansiedad sin una causa concreta sino porque, a raíz de nuestra propia gestión emocional y de nuestro día a día, mantenemos el cuerpo tenso durante todo el día y estamos sobreactivados.
Es importante aprender a relajar el cuerpo con ejercicios de relación. En la actualidad, existen muchísimos recursos que ofrecen ejercicios guiados por voz. Lo más recomendable es que reserves un momento tu día para ponerlas en práctica.